—Suspiró profundamente —Behryn y Aymora lo observaban, esperando.
—Está sucediendo —dijo Reth. Le pasó la nota a Behr primero, quien la leyó con una mirada rápida y también maldijo.
—Sí, está sucediendo —dijo Behryn tristemente, sosteniendo la nota con sus dedos para que Aymora pudiera tomarla.
—No más esperas —dijo Reth, afligido.
—Nope.
—Pues, mierda —murmuró Aymora, luego dobló el pergamino otra vez y se lo devolvió a Reth.
Tobe miraba entre los tres, listo para la huida, su respiración ya volviendo a la normalidad, a pesar de cómo debió haber corrido hasta aquí desde las afueras.
—Reth le dio una mirada a Behryn por encima del papel, luego se volvió hacia Tobe —¿Leíste esto?
—Lo hice, Señor, pero no lo compartí. Tenía que asegurarme de que no fuera relevante para el momento en que fue reportado.
—Reth asintió —Muy bien. ¿Quién fue el centinela que lo recibió?
—Me informaron que fue Jhed, pero no puedo estar seguro. No me tomé el tiempo para confirmarlo.