—Tobe había vuelto rápidamente para decirle a Reth que los guardias apropiados habían sido convocados para ayudar a interrogar a los prisioneros, y que habían sido divididos en dos árboles que Tobe señaló ominosamente estaban demasiado lejos el uno del otro para que los prisioneros pudieran oírse hablar, aunque se escucharían los gritos.
El estómago de Reth se revolvió.
—Has hecho bien, Tobe. Encargarás del papel del Capitán hasta que esté de pie de nuevo.
Los ojos de Tobe se agrandaron, pero saludó y se alejó de la mesa.
_—Gracias, Reth —dijo lentamente—. Digo, Señor.
Reth bufó.
—Reth está bien. Vamos a estar metidos en líos uno con el otro antes de que esto esté d
_—¿Dónde está él?! —La voz era alta y suave y no dejaba espacio para demoras en la respuesta.
Reth se giró y sonrió mientras Hollhye aparecía en la entrada de la cueva.