—¿Cómo que no está muerta? Este no es momento para bromas, Ellena —dijo Marte con impaciencia.
—Digo lo que dije. No está muerta. Simuló su propia muerte, con mi ayuda. Ahora debe estar ya muy lejos de aquí —dijo Ellena con persistencia.
Marte quedó atónito al escuchar sus palabras. Sabía que Ellena no era de hacer bromas estúpidas. Y se veía muy seria al hablar.
¿Estaba diciendo la verdad?
¿Realmente Emmelyn no estaba muerta?
¿Había simulado su muerte?
Tantas emociones llenaron su corazón y mente. Marte no sabía qué pensar sobre las palabras de Ellena.
—Ellena, no tengo tiempo para adivinanzas o juegos de suposiciones. Necesito saber TODO. ¿Qué pasó, cómo la ayudaste? ¿Dónde está ahora...? —Marte levantó su puño cerrado y lo presionó contra la mesa a su lado.
Tuvo que ejercer toda su cordura para no explotar y sacar la verdad de Ellena.