Marte asintió con una sonrisa.
—Está bien. Por favor piénsalo. Si quieres invitarla aquí, no tienes que pedirme permiso. Solo necesitas decírmelo para estar al tanto de cualquier cosa que ocurra aquí.
—Gracias —Emmelyn irradiaba felicidad—. Ahora sentía que su relación se había vuelto más real con cada día que pasaba.
El príncipe le había pedido ayer que se casara con él. Más temprano hoy, también le había dado acceso a su dinero. ¿Y ahora él llamaba a este castillo 'nuestro' castillo?
Lentamente, ella se estaba integrando en su vida de manera tan fluida. Esto la hacía sentir muy feliz.
—Te amo —susurró ella con una gran sonrisa en su rostro—. Si estuvieran en la cámara, se habría lanzado sobre él y lo habría besado. Sin embargo, tenía que contenerse y mantener el decoro.