—Su Majestad, estoy profundamente agradecido por lo que Ellena ha hecho por nuestra familia. Es mi buena amiga y me importa mucho. Sin embargo, estuvo ausente durante cinco años sin noticias y yo la lloraba, pensando que había muerto —finalmente habló Marte—. Sus palabras fueron claras y pronunciadas de manera calmada.
—Ellena no habló conmigo antes de ir a buscar a la bruja. Quizás intencionalmente se fue sin decírmelo porque no quería que la detuviera. Debe saber que la quería como a una amiga y no deseaba que le sucediera un daño, solo para liberarme de la maldición.
Marte pudo ver una chispa de confusión y decepción en los ojos de Ellena, aunque su semblante aún se veía calmado y tímido como antes.
Él simplemente la conocía demasiado bien, después de ser amigos durante casi 20 años.