—Sobre la pregunta que hiciste, esta es mi respuesta. ¡Estoy aquí para recuperar a mi esposa! —Feng Shufen dijo con voz clara. Sus ojos, mirando con todo amor a la dama en sus brazos. Aunque lucía débil y pálida, todavía era capaz de cautivarlo de maneras que nadie más jamás podría hacerlo.
Jing Wei Jin, que estaba de pie al frente viendo el espectáculo muy claramente, no pudo mantener su calma por más tiempo. Apretando los dedos al costado, dijo con una risa burlona —Parece que la fotografía que te envié antes no ha sido satisfactoria. Si lo dudas siempre puedes comprobar su autenticidad antes de reclamar a mi novia como tu esposa. Después de todo, esto es lo mínimo que espero de ti, Señor Feng.