Bajo la luz de la luna, dos sombras entrelazadas estaban en la oscuridad. Si uno no lo observaba detenidamente, podrías confundirlas con las sombras de los árboles meciéndose afuera. Sin embargo, los jadeos roncos y necesitados que ocasionalmente irrumpían para arruinar el pacífico silencio de la noche parecían revelar lo que las sombras estaban haciendo.
Justo en ese momento, Ran Xueyi enlazó sus brazos alrededor de su cuello y profundizó su beso. Aunque no era la primera vez, y aunque habían realizado esta actividad sensual bastante desde que por fin lo hicieron la primera vez, su excitación y deseo de devorarse mutuamente parecían no cesar nunca.
—Mmn... —Ran Xueyi gimió al sentir que Song Yu Han levantaba su falda y su mano vagaba por sus muslos. Además de sus manos juguetonas, parecía haber algo duro presionando sobre su bajo vientre.