Capítulo 5: ¿Entonces voy a tener un tío?
Al mismo tiempo, dos hombres salían de un ascensor a un estacionamiento subterráneo.
Ambos hombres eran notablemente altos y guapos, haciendo que los transeúntes que caminaban hacia sus coches aparcados se detuvieran y miraran hacia ellos.
—Oh Dios. —murmuró alguien.
—Mira a esos dos. ¿Son celebridades? —preguntó otro.
Las mujeres en el estacionamiento suspiraron fuerte y chillaron de emoción.
Uno de los hombres era ligeramente más bajo por unas pulgadas que el otro y tenía el rostro de un ángel con ojos brillantes que hacían querer hacerse amigo suyo. El otro hombre era lo opuesto al hombre alegre, ya que exudaba un aura más oscura y peligrosa en la forma en que caminaba y se movía.
El hombre estaba vestido con un traje negro, la corbata alrededor de su cuello fluía ordenadamente frente a su pecho, y un lado de su pañuelo color vino tinto asomaba de su bolsillo del pecho.
Su rostro perversamente guapo mostraba una expresión perezosa mientras se dirigía hacia su coche Mercedes-Benz. Bajo las luces fluorescentes del estacionamiento, era como la Parca desfilando frente a todos.
Escuchando los murmullos y susurros a su alrededor, el hombre entrecerró los ojos pero continuó hacia su coche.
—Yu Han, ¿a dónde vas? ¿Puedo irme contigo a la empresa? —el hombre más bajo preguntó al más alto.
Song Yu Han lo miró y giró su cabeza hacia el coche deportivo rojo al lado de su Mercedes-Benz. —Tu coche está ahí.
—Pero quiero que tú me lleves. Me duelen los pies después de correr por toda la ciudad porque mi mamá me persiguió para encontrarme con la chica que eligió para mi cita de cena. —el hombre más bajo hizo pucheros y parpadeó adorablemente como si imitara a un cachorro.
Normalmente, su acto adorable conmovería a varias personas y les haría rendirse a sus caprichos. Desafortunadamente, el hombre al que le estaba pidiendo era nada menos que el tercer joven maestro de la familia Song, a quien le apodaban 'el Diablo' por quienes habían presenciado lo perverso y peligroso que era.
Como era de esperarse, Song Yu Han cerró la puerta de su coche con un ruido fuerte.
—¡Eh! ¡No me dejes aquí! —el hombre más bajo exclamó y abrió rápidamente la puerta del otro lado. Afortunadamente, no estaba cerrada con llave, y se recostó cómodamente en el asiento de cuero blando.
A medida que el coche salía del estacionamiento subterráneo, el hombre más bajo se sintió sofocado por el trato silencioso que estaba recibiendo. Decidió animar el ambiente y extendió la mano para poner música rock.
Justo cuando estaba a punto de presionar play, escuchó la voz del otro hablándole.
—Si no quieres ser arrojado mientras el coche acelera en la carretera, no toques nada en mi coche. —Song Yu Han giró la cabeza y le dio al otro chico una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
Estremeciéndose ante su sonrisa, Xie Chi retiró su mano como si estuviera tocando aceite hirviendo en un sartén.
—Jaja... Pensé que tal vez querrías escuchar una canción mientras conduces... —Xie Chi se rió incómodamente y escondió su mano con seguridad.
El silencio sofocante regresó mientras el coche conducía sin obstáculos por la carretera y solo se detuvo cuando los semáforos se pusieron en rojo.
Como alguien que preferiría cortejar a la muerte antes que cerrar la boca y morir mientras habla con alguien, Xie Chi abrió la boca para hablar.
—Tío, escuché por mi madre que el viejo abuelo te está obligando a casarte. ¿Cuándo vas a cumplir el deseo del viejo abuelo?
El Viejo Maestro Song era un hombre estricto que había sostenido el mundo de los negocios con un puño de hierro en su época. Era conocido por morder y nunca soltar ninguna oportunidad de ganar dinero que se le presentaba cuando era más joven.
Cuando se hizo mayor, dejó que su hijo tomara su posición y se convirtió en un abuelo normal que adoraba a sus nietos.
Y ahora, su objetivo era Song Yu Han, quien era su nieto favorito. A la edad de veintiséis, Song Yu Han nunca se había visto involucrado en ningún escándalo; a diferencia de sus hermanos y hermanas, se mantuvo obstinado y soltero.
Debido a esto, el Viejo Maestro Song estaba muy preocupado por la salud de su nieto y preguntó a muchos expertos acerca de él. Preguntó a muchos si Song Yu Han se casaría y tendría varios hijos, pero estos expertos solo podían negar con la cabeza, ya que ellos mismos no estaban seguros sobre el futuro de Song Yu Han.
A medida que el tiempo del Viejo Maestro Song se reducía, le dijo a Song Yu Han que si no se casaba y tenía un hijo dentro de ese año, no obtendría su herencia cuando el Viejo Maestro Song dejara este mundo.
—¿Y qué hay con eso? —Song Yu Han se mantuvo indiferente sobre el asunto.
Xie Chi se rascó la nariz y respondió, —Se está haciendo mayor, Tío. ¿Vas a dejarlo irse sin ver que te cases y tengas hijos?
Su abuelo no se estaba haciendo más joven. ¿Cuándo se establecería?
Song Yu Han tamborileó un dedo sobre el volante y parpadeó con pereza. Luego dijo, —No tienes que preocuparte por eso. Ya tengo planes.
—¿En serio? ¿Te vas a casar este año? ¿Voy a tener una nueva tía? —Xie Chi se volvió hacia él emocionado. Xie Chi era el sobrino de Song Yu Han por parte de su hermana. Naturalmente, estaba contento y emocionado de ver que este tío suyo tan temible se asentara.
Antes de que Xie Chi pudiera saltar como un idiota, Song Yu Han apagó el fuego en él con agua fría y dijo, —No, no vas a tener una nueva tía.
Xie Chi se quedó sin palabras por un momento y atónito. Luego, tuvo dificultades para hablar.
—...¿V-voy a tener un nuevo Tío, entonces?
El coche se detuvo bruscamente. Se volvió más frío y más difícil de respirar dentro.
—¿Quieres morir?
Xie Chi:
...
Xie Chi sacudió la cabeza vigorosamente y lloró por su madre. '¡Mamá, sálvame! ¡El tío quiere matar a tu amado hijo!'
—E-entonces, ¿a qué te refieres con que ya tienes planes? —Xie Chi preguntó cautelosamente.
Esta vez, el aire frío y sofocante en el coche disminuyó y se relajó.
Song Yu Han se rió entre dientes y dijo, —Estoy planeando sorprender al abuelo con un hijo.
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