Jia Li invirtió el 70% de todo el dinero que tenía, y lo hizo a través de Fu Hua. Él la ayudó a comprar algunas acciones y participaciones.
Jia Li donó el 20% de su dinero a la caridad, y el 10% restante lo dejó para sí misma.
Esta fue la primera vez que Jia Li tomó un paso audaz en su vida financiera, y Fu Hua estaba orgulloso de ella.
—Eres realmente inteligente —dijo Fu Hua mientras le pellizcaba las mejillas.
—Por supuesto que lo soy. Con el tiempo, aumentaré el porcentaje para mi caridad —dijo Jia Li con una sonrisa sincera.
—Ya que te estoy enseñando correctamente, ¿qué puedes darme a mí? —preguntó Fu Hua.
—Cocinaré almuerzo y te lo enviaré a la oficina durante 7 días, ¿qué te parece? —preguntó Jia Li con un guiño.
Fu Hua aceptó de inmediato. —Trato hecho.
Jia Li mantuvo su promesa y envió almuerzo a Fu Hua durante 7 días. Él estaba muy ocupado y sabiendo lo serio que era con el trabajo, no le importaría saltarse el almuerzo solo para terminar su trabajo.