Capítulo 39: Li Huan
Esa misma noche, Fu Geming le pidió a Fu ChunHua que empacara sus cosas para dejar la Casa Fu a la mañana siguiente.
—¿No puedes hablar con padre para que me perdone y nos permita quedarnos un poco más de tiempo aquí? —Fu ChunHua le dijo con el ceño fruncido.
—¿Acaso no tienes piernas y boca? ¿Por qué no vas y te encuentras con él tú misma? ¡Tonterías! —Fu Geming dijo mientras desviaba la mirada de ella.
—Geming, ¿estás actuando tan frío conmigo? Soy tu esposa —Fu ChunHua le dijo con una mirada dolorosa en el rostro, pero su esposo no iba a caer en sus trucos.
Fu Geming se recostó en la cama y cerró los ojos. —Todo lo que sé es que nos vamos después del desayuno mañana.
A Fu ChunHua no le agradó la decisión que él tomó. Ella no quería dejar la Mansión Fu, quería pasar más tiempo aquí, pero parece que sus deseos nunca se harían realidad.
La siguiente mañana, todos se reunieron en la mesa del comedor para desayunar. Estaba tranquilo ya que todos tenían el entendimiento tácito de no mencionar lo ocurrido la noche anterior.
Recordando los eventos de la noche previa, Fu ChunHua sintió algo que le pinchaba el corazón. Pero, ¿a quién podría contarle todas sus penas? Se sentó en silencio y desayunó.
En cuanto a Fu Hua, ya había salido para el trabajo temprano en la mañana, así que era la única persona que faltaba en la mesa del desayuno.
Después del desayuno, el Abuelo Fu le pidió a Fu Geming que lo viera en su estudio.
—¿Cómo te enseñé? —el Abuelo Fu preguntó inmediatamente después de que Fu Geming entrara a su estudio.
Al principio, Fu Geming lo miró confundido, pero de repente recordó mientras las imágenes de todos los problemas que su esposa había causado desde que volvieron, venían a su cabeza.
El Abuelo Fu suspiró y le pidió que se sentara.
—¿Todavía tienes autoridad sobre tu esposa? ¿Cómo es que siempre va en contra de las reglas? Advierte a tu esposa antes de tu próxima visita .
—Padre, ¿quieres decir que se nos permite volver? —Fu Geming preguntó sorprendido.
—Por supuesto que se les permite volver con su familia, pero por ahora deberían irse. Tu esposa solo empeoró las cosas al enfadar a Fu Hua. Debes irte con ella. Solo se les permite volver unos días antes del espectáculo de otoño —el Abuelo Fu le dijo.
Él sabía que si dejaba a Fu ChunHua seguir merodeando y causando problemas, no pasaría mucho tiempo antes de que estallara una pelea.
—Está bien, Padre, nos iremos y volveremos antes del espectáculo de otoño —Fu Geming dijo de acuerdo.
El espectáculo de otoño sería en dos meses, así que no era una larga espera.
Por derecho, Fu Geming y su familia se suponía que vivieran en la Villa Fu ya que había suficientes habitaciones para albergar a toda la familia. Pero debido a que su esposa siempre estaba en confrontación con Fu Hee, el Abuelo Fu no tuvo más opción que enviarlo lejos con su familia para que reinara la paz.
Después de hablar con el Hombre Mayor por un rato, él salió de su estudio hacia su habitación, donde su esposa estaba sentada en la cama con una mirada desafiante en su rostro.
—¿Ya terminaste de empacar tus cosas? —él preguntó.
—Sí —Fu ChunHua respondió con un tono apagado.
—Entonces, ¿qué estás esperando? Lleva el equipaje fuera o llama a los sirvientes para que te ayuden con él, ¿o estás esperando a que padre llame a los guardias para que vengan y nos echen de la casa? —preguntó Fu Geming con un tono agitado.
—¿Por qué gritas? —preguntó Fu ChunHua mientras se levantaba con el ceño fruncido.
Fu Geming la miró de arriba abajo con una mirada de descontento. —Si bajo antes que tú, serás expulsada de la casa y no entrarás en el mismo coche conmigo.
Después de dar esa advertencia, Fu Geming se alejó de su vista. Fu ChunHua solo pudo sentarse de nuevo en la cama y enfurruñarse.
Quince minutos después, Fu Geming como su familia dejaron la casa con los sirvientes sacando sus maletas.
Fu Meixu parecía reacia a dejar la casa. Y desde el incidente de ayer, no lo había discutido realmente con su madre.
Ahora que el plan resultó mal, no pudo evitar albergar algo de resentimiento en su corazón. Todos en la familia le estarían dando esas miradas sucias.
—¿Qué haces mirando hacia atrás? ¿No caminarás más rápido? —regañó Fu Geming a Fu Meixu cuando miró hacia atrás y la vio caminando detrás de ellos a pasos lentos.
Fu ChunHua frunció el ceño y aceleró su paso.
Después de que su equipaje fue puesto en el coche, la familia de cuatro se subió a los dos coches con los que vinieron.
—Hermano, no me digas que estás feliz de que nos vayamos de esta casa grande —le dijo Fu Meixu a su hermano con el ceño fruncido mientras conducía.
—¿Por qué no fijas tus ojos en el camino en lugar de cuestionarme? —le dijo Fu Ling con una mirada severa.
Fu Meixu no tuvo más remedio que callarse y conducir. No sabía qué le pasaba a su hermano. Era tan frío con todos y nunca la apoyaría.
¿No habría sido mejor si no tuviese ningún hermano mayor, ya que el que tenía, no estaba desempeñando su papel?
En el cómodo nido de los Qin, la familia de tres estaba junta esa tarde, lo cual era raro.
No había trabajo en la obra, así que el Sr. Qin no fue al trabajo. La Sra. Qin tomó un día libre para relajarse, mientras que Jia Li volvió a casa por algo más.
Actualmente, la familia de tres estaba sentada en la sala viendo un drama en la Tv. Jia Li no estaba tan interesada en el drama antes, pero su madre la arrastró para que se uniera a ellos, así que no tuvo más remedio.
Ahora, su interés había sido capturado por el drama, así que lo estaba viendo con mucho interés.
No mucho después de comenzar la película, alguien tocó a su puerta. El sonido no era muy fuerte, por lo que ninguno de ellos le prestó atención. Pero la segunda vez, Jia Li escuchó el golpe y fue a abrir la puerta.
Cuando abrió la puerta, se sorprendió al ver la figura de un hombre de pie frente a la puerta con algunas bolsas en sus manos.
Tenía esa sonrisa en el rostro mientras la miraba.
—Es bueno verte de nuevo, Jia Li —dijo el joven con una sonrisa.
—¿Hermano Li Huan? —dijo Jia Li mientras miraba la cara familiar sorprendida.
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