Al día siguiente.
—Esto es una entrevista... peculiar. No pensé que fueras una de mis candidatas —Zhao Lifei echó un vistazo al perfil en sus manos y luego de vuelta a la persona sentada frente a ella. Sus labios temblaron para ocultar la sonrisa divertida que amenazaba con estallar en su rostro. Después de pasar por múltiples entrevistas grupales que se extendieron hasta las dos de la tarde, se encontró hambrienta y lista para arrancar la cabeza de la siguiente persona. Había pedido entrega a domicilio y la comida aún no llegaba después de una hora.
—Bueno, aquí estoy —Su Meixiu forzó una sonrisa, mirando alrededor de la habitación.
—Esto es un giro tan extraño de los acontecimientos, espero que lo sepas —Zhao Lifei suspiró, dejando el folder sobre la mesa de vidrio frente a ella. Momentáneamente miró a Huo Qiudong con desdén—. ¿No vas a hacer preguntas?