—Un Mes Después
El alba marcaba el comienzo de un nuevo día y era recibida con los retumbantes golpes de los tambores de guerra que resonaban a través de las llanuras.
No era un día cualquiera, era el día que Neveah había elegido... el día en que la ciudad oculta sería revelada.
Finalmente, el mapa que Neveah había estado confeccionando estaba listo, y también lo estaba la cuadra cuarta.
—Mi Dama, los tres equipos han hecho su movimiento como usted instruyó, ¡los siete puestos avanzados de los enanos están bajo ataque! —informó Lodenworth mientras entraba en la tienda de Neveah.
Neveah estaba de pie detrás de su escritorio, abrochándose los últimos botones de su traje de jinete mientras miraba fijamente el mapa desplegado ante ella.
—¿Cuánto tiempo? —preguntó Neveah, mientras ataba lentamente su brazalete. Era la primera vez desde su llegada al puesto avanzado enano que Neveah se ponía su traje de jinete.