—Revisa las demandas de plagio, Rosie. No es algo que podamos tomar a la ligera. La marca está lista para lanzarse y todo está en su lugar. Que algo así surja en esta etapa... —ordenó Seb al salir del ascensor con Rosie siguiéndole.
—Es poco probable que se confirme como la verdad. La Srta. Emma nos dio los diseños originales...
Sin embargo, Seb solo había dado unos pasos cuando alguien corrió hacia él y se lanzó en sus brazos. Retrocedió tambaleándose, casi empujando a Rosie contra las puertas cerradas del ascensor mientras intentaba recuperar el equilibrio.
Mientras Seb intentaba dar sentido a todo, Rosie se quedó congelada detrás de su espalda, con la boca abierta de asombro.
Las cejas de Seb ya se habían arqueado en incredulidad y sus manos estaban en el aire, como si estuviera siendo amenazado por un arma.