—Olivia abrió los ojos lentamente, solo para despertarse con el sol deslumbrante —suspiró—. Hoy debería haber estado en el tren. Había planeado viajar por el continente y ahora... —sacudió la cabeza—. No tenía sentido pensar. La verdad seguía siendo que ella tampoco había pensado las cosas bien. Cuando descubrió que estaba embarazada, lo único en su mente había sido que necesitaba tiempo para asimilar todo. Debería haber prestado atención a las consecuencias.
En retrospectiva, no pudo evitar preguntarse si esa era la razón por la que había ido a la casa de Seb. En algún lugar esperanzada de que él supiera la verdad. Pero él había llegado oliendo a otra mujer —se estremeció al pensarlo—. ¿Cómo podía dormir con una mujer la noche anterior y luego casi dormir con ella anoche?