Lauren sacudió su cabeza. Ahora que lo consideraba, comenzó a sospechar algo.
—Digamos que alguien estaba al tanto y me envió deliberadamente a un recado cerca de este lugar —dijo Lauren.
Candace asintió comprendiendo. —Y creo que tengo una idea aproximada de quién podría ser ese alguien.
—Tu madre —se hicieron eco ambas simultáneamente y colapsaron en una carcajada.
—Nunca supe que madre podría ser tan maquinadora. No es de extrañar que insistiera en que fuera inmediatamente —dijo Lauren logrando articular entre su risa.
Entregándole un montón de toallitas faciales a Lauren, Candace tocó suavemente sus ojos mojados con la segunda.
—Estoy segura de que quería que interrumpieras los planes de Dolly pero sabía que no irías si te lo pedía directamente.
—Así es. Y después de mi llegada, todo lo demás fluyó naturalmente —dijo Lauren.
—Pero no estoy segura de que hayas actuado verdaderamente a satisfacción de madre —señaló Candace.
—¿Cómo?