⎯ ¿Mamá? ⎯ En ese momento, la voz adormilada de Reich sonó en la habitación.
Ambos, tanto Gina como TaiYang voltearon en su dirección al mismo tiempo.
TaiYang se acercó a la gran cama y tomó en sus brazos al pequeño que todavía se esforzaba por abrir los ojos, pero que obstinadamente extendía los brazos en su dirección.
TaiYang besó su mejilla. ⎯ Buenos días, bebé.
⎯ Hmmm.. Buenos días. ⎯ Reich murmuró inclinando la cabeza hacía un lado, pero aún así intentó aferrarse al rostro de su madre y plantar un beso también.
Después apoyó la cabeza contra su hombro nuevamente mientras bostezaba, todavía tenía mucho sueño.
Gina los vio mimarse entre sí y un atizbo de sonrisa brilló en sus ojos. Unos segundos después, pareció escuchar algo fuera de la habitación.
Sintió un dolor de cabeza al pensar en el par de alborotadores a borde. Posiblemente sea el primer Tate que no poseía una paciencia ilimitada para los cachorros ni un amor ciego.
Bueno, aunque parecía haber una excepción.
Gina miró al pequeño adormilado por un segundo, luego, volvió su mirada hacía TaiYang:⎯ Abajo hay una cantina pequeña que se encuentra al lado de la sala de comandos, pueden ir a comer. Solo sigan derecho. ⎯ Después de decir eso, simplemente se dio la media vuelta y se fue.
TaiYang no alcanzó a despedirse.
⎯ ¿Qué sucedió?
Reich, quién escucho la voz de su madre, contestó adormilado: ⎯ Se escucha un gran bullicio afuera.
⎯ ¿Ruido?, ¿Qué ruido? ⎯ Estaba seguro qué él no había escuchado nada hace un momento.
Sin embargo Reich ya se había vuelto encerrar contra el mundo, de regreso al país de los sueños.
TaiYang no pudo más que suspirar al ver esto. Después de todo, era imposible para él despertar a su niño.
Terminó de arreglar a un Reich durmiente y siguió las indicaciones de Gina para encontrar la cantina. Al mismo tiempo aprovecho para mirar a su alrededor.
No parecía haber otras personas aparte de ellos, por lo que el ya de por sí gran pasillo se veía mucho más grande ahora. El camino no fue especialmente largo, en cuestión de minutos ya había encontrado la dirección.
Se llamaba cantina, pero solo poseía una máquina parecida a una expendedora de un tubo similar a los nutrientes del imperio, solo que esta tenía un color azulado y se podía ver que tenía poco uso.
En lo que parecía una cocina también había un pequeño robot de limpieza. TaiYang se acercó para revisar los ingredientes disponibles, pero estaba vacía a excepción de grandes trozos de carne de bestia interestelar.
TaiYang miró al pequeño robot de cocina, se veía muy distinto al que había visto en la casa antigua. Sin embargo su cabeza aún era plana.
Aún estaba pensando en sí dejar a Reich arriba de la cabeza plana y calva cuando la puerta de la cantina se abrió con fuerza. Reich se despertó en el acto y miró hacía la puerta, molesto al ser despertado.
TaiYang también volteó.
En la puerta habían un par de chicos pequeños, muy lindos con el cabello rubio brillante y ojos dorados.
Al ver a TaiYang, ambos corrieron con emoción.
⎯ ¡Por fin te encontramos! ⎯ Grito el pequeño que tenía una coleta con su pelo largo.
⎯ ¡Gina no nos dejó despertarte, nos morimos de hambre! ⎯ Replicó el otro.
Reich frunció el ceño al escucharlos.
TaiYang todavía no procesada la situación cuando escucho a su retoño replicar.
⎯ Mi mamá no cocina para ti.
El par de cabezas rubias volteo a mirar al pequeño Reich. Sus ojos brillaron con emoción e intentaron estirar sus manos hacía él.
⎯ Nunca había visto otro cachorro. Es tan pequeño.
⎯ ¿Estás desnutrido?, ¿es porque no te has comido a tu madre que eres así?
TaiYang sintió un escalofrío al escucharlos. Por alguna razón creía que estos pequeños niños estaban hablando de él. ¿Eran el par de tates pequeños de ayer?
Entonces no era su impresión aquella mirada.
Reich se molestó aún más al escucharlos. ⎯ ¡Mi mamá no cocina para ti, no soy pequeño, y mi mamá no se come!, ¡largo!
La pequeña cola de Reich se agitó con fastidio. Incluso golpeó las manos que se estiraban hacía él.
Ambos niños lo miraron desconcertados. No entendían porque se enojaba el pequeño bebé con ellos.
⎯ ¡Pero trajimos carne, fuimos a cazar! ⎯ El pequeño parecía tener un temperamento más agresivo y discutió directamente con Reich en el acto.
TaiYang sintió un dolor de cabeza al verlos. Quería detenerlos, pero sintió un jalón en su ropa. Bajó la cabeza y vio a la primera cabeza amarilla de pelo largo.
⎯ Hey, ¿Estás molesto porque no comiste mucho ayer?. Esta vez mi hermano y yo fuimos a cazar una presa mucho más grande, trajimos una especialmente para ti. ¿Nos puedes cocinar también ahora? ⎯ Aunque esté fue mucho más amable que su hermano, TaiYang podía ver que estaba reprimiendo su temperamento.
Sin embargo a TaiYang no le molestaba cocinar. Mucho menos si la carne había sido traída por estos dos niños.
⎯ Está bien. No es problema.
Al obtener una respuesta positiva, los ojos del menor se iluminaron. ⎯ ¡Genial!, oh, por cierto. Traje esto también, el olor es similar a lo que tenías en la mano. Lo recordé todo y también agarré otras que se veían parecidas.
De su cintura sacó una bolsa, TaiYang la recibió y la abrió. No pudo evitar guardar silenció al ver que había todo tipo de especias dentro, en especial las que busco ayer superficialmente sobre la colina.
No esperaba que este pequeño lo recordará tan detalladamente, e incluso fue capaz de distinguir otro tipo de planta a partir de esto.
Ahora que tenía de todo, prefirió comenzar a cocinar.
Bajo a Reich al suelo y palmeo su cabeza.
⎯ Espera aquí, Bebé. Voy a cocinar. ⎯ TaiYang besó el rostro regordete de Reich y se adentró a la cocina.
Reich todavía no entendía porque su madre aceptó así de la nada cuando estaba discutiendo con el otro.
⎯ Hey, bebé. ¿Como te llamas?, Mi nombre es Rogue y el de ahí es mi hermano mayor Rey. ⎯ Preguntó el pequeño mocoso número dos, presentándose de pasó.
Reich lo ignoró. Todavía fastidiado con ambos. ⎯ ¡Qué te importa!
Rogue se molestó. ⎯ ¡Eres grosero!
⎯ Si, lo soy. ¿Y qué me vas a hacer?, ¡sí no te gusta vete!
No le gustaba que estos dos vinieran a pedirle comida a su madre, pero peor aún, ¡hablaban sobre comerla!. Bien, él también lo intentó, pero eso fue en el pasado, ¡pero no tiene que saberse!
¡¡Y él no es pequeño, no lo es!!
Rogue en verdad no sabía que hacer, así que recurrió a su mejor estrategia. ⎯ ¡Le diré a mi papá, él es muy fuerte y te vencerá!
⎯ ¡Dile!, ¡no le tengo miedo!⎯ A Reich no le importaba en absoluto su papá, él era muy fuerte solo.
Rogué vio como no podían mantener las pases y ya estaba entrando en crisis. ¡Él no quería pelear con el bebé!
⎯ Esta bien, ya calmense. ⎯ Rey no pudo seguir viendo y los separó, agarrando en sus brazos por cierto a Reich quién sólo le llegaba hasta el pecho.
⎯ Rogue, no puedes intimidar al bebé. Su mamá nos está cocinando. ⎯ Su fuerza, como todo Tate, era muy fuerte desde pequeño. No tuvo problemas en cargar a Reich como a una muñeca en sus brazos, incluso acarició su cabeza.
⎯ ¡Hermano, lo estás defendiendo!
⎯ ¡Bajame, no me toques!⎯ Reich protestó en los brazos del otro, pero no podía bajarse.
Rogue vió esto y sonrió maliciosamente al ver una oportunidad.
⎯ ¡Ahora estas atrapado, ven aquí!
⎯ ¡No, aléjate!
Cuando Gina entró en la cantina en busca de los dos cachorros de su majestad, se encontró con tal escena:
Rey estaba sosteniendo a Reich en sus brazos con fuerza y una sonrisa, mientras que Rogue manoseaba y mordisqueaba las mejillas carnosas del otro.
Reich tenía los ojos rojos y parecía a punto de llorar en cualquier momento.
Gina: ⎯ .....
Se acercó a zanjadas y tomó a Reich en sus brazos con facilidad. Rey vió como el bebé se iba y se encogió de hombros, solo sintiendo que era una lástima.
Rogué por su parte estaba listo para discutir, pero al ver de quién se trataba todo su coraje se fue por la borda. Al parecer, todavía recordaba como fue colgado por la cola por este psicópata. Rogué agarró a su hermano y corrió.
⎯ ¡Es el gran tipo malo!
Antes de irse. Rogue no se olvidó de mirar hacía atrás. ⎯ ¡Hasta pronto, bebé!
Reich vió que estaba a salvo y se aferró al cuello de gina. Aún había lágrimas no derramadas en sus ojos que se negó a dejar caer.
Juraba que quería liberarse, pero su fuerza parecía inútil e incluso su poder mental no les afecto en absoluto. Había algo alrededor de los cuellos de esos niños que impedían la supresión de su energía mental.
Gina no podía ver el conflicto en Reich, simplemente pensó que los gemelos de su majestad lo habían asustado. No sabía cómo consolar a la gente, mucho menos a los niños. Él simplemente apoyó su mano sobre la espalda de Reich y la frotó suavemente.
⎯ Los colgaré de un árbol más grande la próxima vez. No llores.
La mano de Gina era diferente a la de su madre. Su madre tenía un cuerpo más delgado y pequeño, aunque era cómodo, debía admitir que el cuerpo de Gina parecía más fuerte y podía estirarse cómodamente sin temor a lastimarlo.
Por un momento, él quiso quejarse.
⎯ Dijeron que era pequeño.
Gina lo miró con curiosidad. ⎯ Bueno, sólo tienes un desarrollo tardío, serás más alto que tu madre.
Reich volvió a informar. ⎯ También dijo que su padre me vencería.
⎯ Yo lo puedo vencer. No importa. ⎯ Sus palabras sonaban serías, al mismo tiempo traían una gran arrogancia y confianza en ellas.
⎯ ¡Dijo que mamá era comida!
Gina lo pensó, luego de un momento comentó. ⎯ No me los puedo comer. Pero tú puedes quitarles un pedazo. De todas formas, se pueden regenerar.
Reich se sintió mejor. No tenía la verdadera intención de ajustar cuentas con el par de gemelos. Solo quería una sensación de seguridad que su madre no podía brindarle.
Su fuerza natural era más elevada que la de TaiYang, por lo tanto quería agarrar el papel intérprete de un pequeño adulto responsable de su familia de dos. Sin embargo frente a grandes amenazas aún era muy débil.
La presencia de Gina era imponente e intimidante. Era capaz de golpear a los pequeños cachorros que eran extremadamente favorecidos en kannon y se podía ver que poseía o la fuerza o el estado para actuar con tal arrogancia.
Reich no era como TaiYang, él podía reconocer por su aroma que se trataba del gran Tate que se acostó con ellos anoche y que los ayudó también. La vigilancia que tenía se disperso lentamente.
Reich dijo que era muy distinto al sentimiento de consuelo y amor de su madre.
Le llamaba la atención su gran cuerpo de bestia, y en su forma humana, podía sentirse como si trajera un gran respaldo consigo, con el cual no tenía que tener miedo de nada.