"Robert corrió hasta llegar a su casa. Y para cuando ya estaba en casa, todo el lugar ya se había quedado en silencio y las luces estaban apagadas, lo que significaba que tanto su esposa como los niños ya estaban durmiendo.
Se limpió los labios una vez más para deshacerse del aroma de Seraphina, como si al entrar a la habitación, Emma lo descubriría de inmediato.
Rápidamente, entró y despertó a Emma.
—¿Qué pasó? —La pregunta de Emma salió arrastrada, sus ojos medio cerrados por el sueño.
—Despierta a los niños, empaca nuestras bolsas también. Necesitamos salir de aquí en este instante —dejó su lado para sacar sus bolsas y comenzó a lanzar algo de ropa adentro.
Los ojos de Emma se abrieron de inmediato ante lo que acababa de escuchar. —¿Q-qué estás diciendo? —preguntó confundida—. ¿Y hacia dónde vamos?