"Aún no segura por la súbita visita de Adrian, Erika intentó tanto como pudo calmarse mientras sentía la grande mano de Ethan en su espalda, acariciándola suavemente. Había pensado que su vida ya no estaría conectada con su ex-marido ni tendría que volver a encontrarse con él, pero allí estaba él, espiándolos.
Erika no podía negar la verdad en lo que Ethan decía, acerca de Adrian espiándola. Desde su último encuentro con él, él había querido que volvieran a estar juntos y ella había pensado que podía deshacerse de él. Pero desafortunadamente, parecía no haberse dado por vencido.
Erika asintió ante su sugerencia y tomó asiento. No debería tener permitido preocuparse de que Adrian estuviera en la ciudad, ¿verdad? Pero su súbita aparición la hacía sentir incómoda.
Tomó un vaso de agua y bebió para calmar sus nervios. «Adrian no es una amenaza», se repetía en su mente.