"¿Qué pasó? —preguntó Sanie—. Su curiosidad despertada por la reacción sorprendida de Oriana.
Oriana rápidamente se recompuso y miró a Sanie, enmascarando su asombro con una sonrisa. —Me preocupaba que tocar esta exquisita flor pudiera dañarla. Eso podría meternos a ambas en problemas.
Sanie observó la hermosa flor, tentada por su encanto. Después de todo, ¿quién no se sentiría atraído por tanta belleza, especialmente cuando había tantas?
—Creo que debería estar bien. Un toque suave no dañará la flor —arriesgó Sanie extendiendo su mano hacia ella—. Sin embargo, antes de poder hacer contacto, Oriana la detuvo.
—No —La mano de Oriana interceptó la de Sanie justo antes de que alcanzara la flor.
Desconocido para Sanie, estas flores estaban imbuidas con malévola magia negra, capaces de causar daño a los humanos ordinarios con un mero toque.