Capítulo 14: 14.
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| CAPÍTULO CATORCE. |
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La mañana había llegado, los alumnos se encontraban tomando sus clases correspondientes. A excepción de una chica una pelinegra la cual dormían profundamente en su habitación.
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La noche era tan hermosa como la recordaba; Tom estaba a su lado, hablándole sobre algo que no lograba entender. Pero no le importo, solo sonreía mientras miraba sus ojos grises. Sin duda estaba enamorada de aquel pelinegro.
Observó como el pelinegro se levantaba mientras ella se quedaba sentada en el césped, le miró a los ojos y él con una sonrisa le extendió la mano. Ella sonrió mientras la tomaba y se levantaba, ambos caminaron hasta el castillo.
Antes de llegar se escuchó una voz de una chica que decía un claro... -Tommy-.
Ambos voltearon encontrándose con una chica, su cara estaba borrosa y eso frustró a Ailén.
Esta corrió hacia ellos y se abalanzo sobre el pelinegro con una sonrisa; él la recibió gustosamente mientras la apretaba contra su cuerpo. La pelinegra los miró confundida. ¿Qué estaba pasando? Se preguntaba, dio un vistazo más al par de chicos enfrente de ella; enseguida sus ojos se tomaron llorosos y un nudo se formo en su garganta. Aquellos dos se estaban besando.
Tom se separó de la chica y la miró, sus ojos grises se conectaron con los de ella y enseguida una sonrisa burlona se formó en su rostro. Y con un claro tono de desprecio le dijo: -¿En verdad creíste que me enamoraría de alguien como tu?-
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Despertó de golpe sintiendo el frío sudor en su frente; sus ojos comenzaban a tornarse llorosos y le costaba respirar. Había sido un sueño, sintió un gran alivió recorrer su cuerpo. Confundida miró al frente observando el reloj que colgaba de la pared. ¿¡Las 8:58!?
Se levantó de golpe, ya era demasiado tarde. Se había perdido la clase de herbología, y ahora llegaría tarde a la clase de pociones. Corrió lo más rápido para cambiarse, al estar lista tomó sus cosas y salió corriendo de la habitación y sala común.
Corrió por los pasillos esperando a que ningún profesor o prefecto la viera. Al llegar a las mazmorras se dirigio lo más pronto posible al salón. Ahí se encontraba el profesor Slughorn dando sus respectivas clases.
Este al verla llegar volteó.
-Señorita Rodríguez, creí que no llegaría- le dice con un tono que parecía más divertido que molesto
-Perdoné profesor- dijo mientras respiraba retomando el aliento -Me quede dormida- agregó apenada
-No se preocupe, a todos nos pasa- le respondió con una sonrisa -Pase y tome asiento junto al joven Riddle-
Ailén miró al pelinegro, más bien a todo el salón. Se sintió nerviosa al recordar todo lo que había soñado. Un amargó sabor apareció en su boca, lentamente comenzó a dirigirse a su amigo, sentándose al llegar a su lado. Este la miró con una leve sonrisa, pero la chica apenas y le observó.
Tom estaba extrañado con la actitud de Ailén. ¿Qué le pasaba? Ella siempre le sonreía y le deseaba un buen día, y ahora se encontraba seria e ignorandolo, ¿había hecho algo malo?
La clase pasó, la pelinegra lo evitaba. Como si de un desconocido se tratará, eso preocupaba al pelinegro ella no se comportaba así.
Ailén fue la primera en salir de la clase de pociones, estar junto al Riddle le hacía sentir incómoda. Aún no superaba aquel sueño. El pelinegro por otro lado salió tras ella alcanzandola, pero ella no dijo nada, no lo miró. Como si no existiera.
Sus amigos se miraron confundidos. ¿Otra vez se había peleado?
No, se respondieron casi de inmediato. No parecía que ambos se miraran molestos o se insultaran. Entendieron, que Ailén lo evitaba.
Sin más remedio se llevaron a su pelinegro amigo a la siguiente clase mientras Sadie se acercaba a su amiga demasiado confundida.
-Ailén- la llamó y la nombrada volteo a verla -¿Te pasa algo?- preguntó preocupada
-¿Yo?- miró a su amiga confundida, ya sabía a que venía esa pregunta -No nada. ¿Por qué?- respondió evadiendo la mirada de la pelirroja
-Por qué has ignorado a Tom desde el comienzo de la clase- respondió y su amiga le miró confundida -¡Tom Marvolo Riddle! ¡Tu crush desde hace años!- exclamó molesta
Ailén le tapó la boca mientras miraba a todos lados verificando que ya todo se habían ido.
-Si, se quien es- respondió mientras la soltaba -Simplemente tuve un sueño muy real con él- agrega nerviosa al recordar aquel sueño -Estábamos hablando, bueno yo no podía escuchar. Después de un tiempo nos dirigíamos a Hogwarts y una chica gritó su nombre lo abrazó y se besaron. Y él...- pauso ahogando un sollozo -Él me miró y río mientras me decía "¿En verdad creíste que me enamoraría de alguien como tu?"- las lágrimas comenzaron a salir, la pelinegra trataba de que dejaran de salir pero le fue inevitable
-Oye, tranquila- le dijo la pelirroja mientras la abrazaba -Solo fue un sueño. Tom no sería capaz de decirte algo así- aclaró mientras acariciaba su cabello negro, tranquilizandola
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La mañana había pasado rápido, Ailén evitaba a Tom y sus amigos. Ellos miraban siempre confundidos a la pelirroja; esta solo les daba una mirada de preocupación, pero no les decía nada. Queria que su pelinegra amiga contará toda la verdad.
-¿¡Que les pasa?!- exclamó el Riddle, estaba frustrado por todo lo que pasaba con Ailén
-Deben de estar en sus días- responde el Malfoy sin importancia
-No lo creo- dijo el Lastrange llamando la atención de sus amigos -Nos ignoran y eso jamás lo habían hecho- pauso recordando la vez que el Riddle se había peleado con la pelinegra -Bueno si. El punto es que les están pasando algo y no nos lo quieren decir- agrega mirando al Riddle
Orión y Abraxas hicieron el mismo gesto.
-A mi ni me miren- dice molesto por las miradas que su amigos le daban -Yo no les hice nada- se defendió
-Entonces...- habló el Malfoy llamando la atención -¿Creen que se hayan enterado?-
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En el jardín de Hogwarts se encontraba un grupo de chicos. Todos Gryffindor's, los cuales reían a carcajadas por todo lo que le estaba pasando al grupo de los amigos de Ailén.
Era tan gracioso observar como la pelinegra ignoraba al Slytherin por una simple pesadilla. Que ellos habían creado.
-Si seguimos así, conseguiremos que se separen- río levemente el Potter -Así será más fácil atacar a Ailén y Sadie- agregó mirando a su compañía
-Tienes razón- sonrió Alicia -Dumbledore estará orgulloso de nosotros. ¿Cierto Cristal?- miró a su amiga
Aquella chica miraba sorprendida una pequeña mariposa que pasaba por enfrente. Estaba tan sumida en la silueta de aquel insecto que se olvidó de sus amigos.
-¡Cristal!- gritó molesta la Adams
-Si, si- respondió mirándola -Dumbledore nos recompensará por todo lo que hicimos- sonrió bobamente
Ambos chicos se miraron decepcionados. Desde que Dumbledore le había maldecido con un crucio, aquella maldición había afectado su cerebro de alguna manera que no lograban comprender. Simplemente se había vuelto una retrasada.
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La situación irritaba a Tom, ya estaba cansado de que Ailén lo evitará. Así que se acercó a ella, su semblante era serio; estaba molesto, pero no le diría algo que empeorará la situación
-Tenemos que hablar- le dijo una vez que la tomó del brazo para evitar que escapará
La pelinegra le miró nerviosa, no podía hablar con él. No aún.
Trago saliva observando los ojos grises del pelinegro. ¿Qué le podía decir?
-Lo siento Tom, tuve un sueño extraño y por eso te he evitado todo el día- Borro aquella respuesta de su mente, no era la mejor de todas.
-Y-yo...- miro a su amiga en busca de ayuda
La pelirroja simplemente dio un paso atrás dando a entender que debía hablar con el. Que todo ese asunto tenía que ser resuelto, su rostro algo pálido se cubrió con un leve sonrojo apenado mientras miraba a su pelinegra amiga. Pidiéndole disculpas con la mirada.
Después de eso se retiro dejandolos solos.
-Esta bien- dijo después de haber soltado un suspiro mirando como su amiga se marchaba dejándola sola con aquel chico del que estaba enamorada
Ambos caminaron por los pasillos alejándose de todos los alumnos. Llegando al séptimo, el cual era uno de los pisos en el que había menor cantidad de alumnos; se pararon en la esquina a de un pasillo, el Riddle se recargo en la pared mirando a la pelinegra enfrente de el.
-¿Por qué actúas así?- rompió el silencio mientras se cruzaba de brazos y la observaba jugar con sus manos nerviosa -¿Paso algo? ¿Hice algo malo? Dime para arreglarlo- le miró tratando de ocultar lo desesperado que se encontraba
La Gryffindor le miro sorprendida, esperaba que Tom se encontrara molesto. Pero no, en su lugar estaba uno preocupada y desesperado por saber si había hecho algo malo.
-Es algo...- calló rápidamente, no sabía como explicarle sin parecer una estúpida, además de que podría darse cuenta de que ella gustaba de él.
El pelinegro la miro esperando respuesta, pero ella no se atrevió a hablar. Seguía dudando si contarle o no.
-¡Ailén dime!- exigió el pelinegro o mas bien suplico
Tom jamás había suplicado. Eso le hacía dudar cada vez más...
-¡Ya habla!- exclamó
Ya no resistía el silenció de Ailén. No entendía ese sentimiento, ¿estaba preocupado? ¿Alterado?
¿Por qué se sentía así?
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