Chu Qing cruzó los brazos enojada y no dijo una palabra.
Chu Xin le dijo a Yu Tian —Hermano, déjame presentarte a ella. Su nombre es Chu Yue. ¡Vino de la capital del sur para ayudarnos esta vez!
Chu Yue era una persona fría y arrogante. Después de la presentación, dijo fríamente —¡Hola!
Yu Tian dijo indiferente —Hola también. ¿Qué pasó aquí?
Chu Xin suspiró y dijo —Hoy, el centro comercial de Chu Qing fue destruido por alguien y perdimos decenas de millones. La familia está muy enojada, así que le pedimos a Chu Yue que nos ayude a averiguar quién lo hizo!
Esto era interesante. ¿Qué hacía exactamente Chu Yue? Yu Tian estaba un poco desconcertado.
Chu Yue era fría como el hielo. No dijo mucho. La frialdad en sus ojos hacía que la gente se sintiera incómoda.