—¿¡Quieres hacer una incursión en la Academia Real?! —gritó el Demonio Volador cuando escuchó lo que June tenía en mente.
Noah la había sacado del fondo del mar, y los Demonios habían regresado a la isla con ellos. Se sentaron en el suelo del castillo destruido ahora, y unos cuantos jarros de vino estaban entre las dos parejas.
—Las Realezas han desarrollado una droga que mejora la robustez de los centros de poder —dijo June mientras lanzaba una mirada molesta a Noah. Él estaba llenando su cuerpo con materia oscura para prevenir otro estallido de energía, pero su pesada consciencia hizo que June se sintiera incómoda.
June había explicado su segunda opción a Noah y a los Demonios. La familia Elbas había estudiado el compuesto de los antepasados por siglos para ese momento, y había creado muchos artículos excepcionales al ingeniería inversa de su estructura.