País V.
El avión disminuyó su velocidad y atracó en la terminal. Abigail apenas podía controlarse. Se sentía nerviosa, emocionada, aterrada y llena de esperanza. Tantas emociones contradictorias luchaban en su interior, pero la que prevalecía sobre todas era el alivio. Lo había logrado. Finalmente había vuelto a este país y la sensación que tuvo la primera vez que pisó tierra firme, aquella sensación de que había magia en el aire, la envolvía de nuevo. Sin embargo, sabiendo lo que sabía ahora, esa frase cobraba un nuevo significado y sus ojos veían todo de manera diferente.
Las escarpadas y nevadas montañas, la selva tropical, sus alrededores se veían exactamente igual que antes, pero el olor y la sensación del aire alrededor de ellos eran diferentes. Era como si Abi pudiera sentir la diferencia en su piel, como si el aire estuviera cargado.