—¡Su Majestad! —Feng Luo voló frente a Zhou Lucha, se arrodilló en el suelo y dijo respetuosamente—. Su Majestad, por favor castígueme. Llegué tarde y hasta le pedí a Su Majestad que especialmente volviera a buscarme.
—Hahaha… —Zhou Lucha se rió a carcajadas cuando escuchó eso. Luego, sonrió y dijo:
— ¿Cuál es tu delito?
—¿No me dirás que Este Emperador quiere que te rindas cuando estás rodeado de enemigos?
—¡Eso sí que sería una verdadera deshonra para Este Emperador!
—¿Mataste tú solo a los cinco Dioses Maestros de la Raza del Dios del Caos?
—Sí, Su Majestad. ¡Los maté a todos yo solo! —Feng Luo respondió honestamente.
—Bien, bien, bien!
—¡Como se esperaba de un súbdito de Este Emperador!
—Claramente es solo un principiante como Dios Maestro, pero es capaz de barrer a los cinco Dioses Maestros de la Raza del Dios del Caos. ¡Además, entre ellos hay dos Dioses Maestros de Categoría de Dios Maestro Intermedio!
—¡Bien hecho!
—Nunca has decepcionado a Este Emperador.