El Dragón Dorado Zhou Zhou miró hacia abajo, al campo de batalla que estaba debajo.
Cuando vio a Nezario y Auguste, atónitos, no pudo evitar reírse con voz de dragón.
—Soy yo.
Zhou Zhou utilizó el sistema de Puntos de Batalla del ejército para enviar una transmisión de voz a todos los soldados y subordinados.
—¡Es mi Señor!
—Pensé que eran las personas de Su Alteza Nezario y Su Alteza Auguste.
—Yo también.
…
Los soldados suspiraron aliviados. Luego, reverenciaron aún más a Zhou Zhou mientras continuaban luchando contra el enemigo.
—Mi Señor, ¿también tienes la sangre de mi raza de dragones en tu cuerpo? —Nezario y el Señor Auguste preguntaron con curiosidad al mismo tiempo.
—Sí, lo obtuve hace poco tiempo —Zhou Zhou respondió.
Luego, no dijo nada más y se lanzó en picada hacia el campo de batalla. Entonces, con un estruendo, aterrizó entre 100 y 200 monstruos cadáver sin rostro.
El suelo tembló violentamente.