Al escuchar esto, el Padre Xu y Florencia se quedaron sorprendidos. Luego estallaron en carcajadas como si hubieran escuchado una broma ridícula.
—Josepina, ¿te has vuelto loca? Fui yo quien te dijo que te fueras...
—Lo sé —Josepina se mantuvo tranquila mientras sonreía—. Pero, ¿con qué derecho tienes para hacer que me vaya?
Al escuchar esta pregunta, el Padre Xu recuperó su sonrisa y se quitó de encima a Florencia mientras se acercaba a Josepina de manera dominante—. Por el hecho de que soy tu padre y todo lo que posees te fue dado por mí. Esto incluye tu prestigiosa identidad y todo lo que los Xu te han proporcionado. Incluso tu derecho a vivir en esta casa fue dado por mí.