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Hoy en día, en la Secta de la Nube, el Primer Anciano era quien tomaba las decisiones.
La Montaña de Cultivo estaba envuelta en una densa niebla; nadie podía romperla, y nadie podía ver al maestro de la secta. Por eso, no tenían más opción que obedecer al Primer Anciano.
Los ojos del Primer Anciano se estrecharon levemente mientras sonreía con desdén —Esperemos que Ethan Smith pierda ante Kasen Dennis, así no tendremos que actuar nosotros mismos...
—Primer Anciano, ¿realmente quiere urdir planes en secreto? —frunció el ceño el Subdirector de la Secta.
El Primer Anciano le lanzó una mirada de reojo y dijo fríamente —¿Qué? ¿Tienes algún problema con eso?
—Para nada —El Subdirector de la Secta estaba descontento en su corazón, pero no se atrevió a admitirlo abiertamente.
El Primer Anciano resopló fríamente y comenzó a organizar gente.