Ethan Smith viajaba con los hermanos Freeman, visitando muchos lugares.
No importa en qué ciudad llegaban, Ethan buscaba la Life Essence en lugares con abundantes tesoros.
Lamentablemente, volvían con las manos vacías cada vez.
La escasez de Life Essence era más allá de la imaginación.
Un día, Ethan y los dos hermanos llegaron a una ciudad llamada Kingstown, que era una ciudad bastante ordinaria.
Ethan guió a los hermanos Freeman a Kingstown, encontró un lugar temporal para quedarse.
—Ah, ¿cuánto tiempo tenemos que vivir así? —suspiró Clay.
Ethan también estaba algo frustrado; la vida en la huida era dura.
Si no podían encontrar la Life Essence, ser atrapados era solo cuestión de tiempo.
«La escasez de Life Essence es inimaginable, si llega a eso, quizás tenga que volver a Ciudad de Sunilope», pensó Ethan.
Hasta donde Ethan sabía, solo Ciudad de Sunilope y Bosque de Roca Azul tenían Life Essence.