Henry estaba frustrado con cómo Kate intentaba retener su recompensa. Estaba acumulando tensión y se negaba a masturbarse en este momento, no cuando tenía a una mujer a la que quería follar todo el día y la noche.
Él era un joven caliente de sangre con un alto libido. Si Kate lo permitiera, estaría follando con ella tantas rondas como fuera posible hasta que sus bolas estuvieran vacías.
Kate continuó provocándolo pero siempre lo detuvo antes de que pudiera hacer algo más.
Henry se revolvió el cabello frustrado mientras salía de la habitación de Kate hacia la suya. Se alojaron en dos suites presidenciales con una puerta de conexión, así que podían visitarse por la noche, incluso cuando estaban desnudos.
Al principio, Henry quería que vivieran en la misma suite ya que de todos modos no tenían nada que ocultar.
Pero Kate insistió en una habitación separada porque...