—Supongo que es hora de un combate con el jefe —rió Shane al voltearse hacia los tres brujos que acababan de irrumpir en la habitación—. Hay que encargarnos de ellos de inmediato.
Su voz todavía contenía risas, pero no notó la acumulación de magia que la mujer estaba preparando para desatar contra él.
—¡Shane, no! —grité hacia él—. mi voz saliendo muy clara y distintivamente humana cuando grité.
—¡NO! —escuché los sonidos guturales de lobo en la voz de Shawn.
La mujer disparó una brillante bola negra de magia en dirección a Shane, justo cuando él estaba a punto de atacarla. Sin embargo, en lugar de golpear al hombre imprudentemente arrogante, inmediatamente fue apartado por Dietrich, que había caminado rápido como una sombra y lo empujó fuera del camino de la bola como pudo. Desafortunadamente, la bola golpeó a Dietrich, impactándolo a él en vez de a Shane.