"Fue un día largo y agotador y Redmond ya no tenía paciencia para lidiar con las tonterías de Nala. Esas eran las palabras más amables que se le ocurrieron de entre todas las demás obscenidades e insultos que pululaban en su mente en ese momento.
Especialmente para esta mujer sin estatus. Sin su padre, ella no era nada y con el rey como su respaldo, en realidad no era nada.
—Me pregunto, ¿por qué la mantienes viva cuando su padre fue alguien que quiso matar a tu alfa y creó problemas para tu manada? —Redmond lanzó una mirada sucia a Nala, que la hizo sobresaltarse—. Este guerrero tenía una lengua afilada incluso cuando ella no lo atacaba en absoluto. —En serio, me pregunto cómo tu alfa castiga. Para que una hija de un traidor siga viva y hablando, es demasiado clemente.