Capítulo 11: Consecuencias del mana y la esperanza

La razón por la que Lilith se sentía un poco triste por la situación de Bai Zemin era porque había decidido confiar y creer en él ya que ella actualmente tenía sus propios problemas.

Sin embargo, no se podía decir que Lilith sintiera dolor al verlo así. Solo se habían conocido durante unas dos o tres horas y la cantidad de interacción que habían tenido el uno con el otro tampoco era mucha... Además, Lilith había visto muchas cosas peores que la pérdida de una familia durante su vida; para ella, incluso la caída de una raza entera donde se derramaron lágrimas de sangre no era una vista tan extraña tampoco.

Ahora, solo podía esperar que su familia estuviera a salvo y no hubiera experimentado ningún accidente. De lo contrario, si él caía y no se levantaba de nuevo, su muerte era cuestión de tiempo; esto era algo que Lilith esperaba que no sucediera.

Desafortunadamente, a veces el destino de las personas resultaba ser extremadamente cruel.

—El número que desea marcar está fuera de servicio o sin batería. Por favor, inténtelo de nuevo

¡Bang!

Bai Zemin ni siquiera esperó a que el mensaje terminara cuando golpeó el teléfono móvil contra la pared frente a él, destruyéndolo por completo sin ninguna posibilidad de salvación.

Sin esperar a que todas las partes de su teléfono cayeran al suelo, Bai Zemin agarró la silla en la que estaba sentado y la golpeó con todas sus fuerzas contra el suelo. La madera se rompió en innumerables pedazos y las astillas volaron por todas partes.

Como si se hubiera vuelto loco, Bai Zemin tomó todo lo que estaba cerca de él y lo destruyó sin preocuparse por la cantidad de ruido que estaba haciendo o si su actitud podría asustar a las personas fuera de la cafetería.

Ahora que no podía contactar a ninguno de sus tres familiares, había asumido lo peor. ¿Cómo iba a preocuparse por el miedo de otras personas en este momento?

Después de destrozar más de veinte sillas y varias mesas, la energía de Bai Zemin comenzó a disminuir rápidamente debido al mal uso de su fuerza, agotándolo más rápido de lo habitual. Se desplomó en el suelo, apoyando su espalda contra la pared, y cubrió su rostro con una mano.

Lilith lo miró en silencio y esperó a que él desahogara toda la frustración, tristeza, rabia y dolor que sentía.

La cafetería quedó en silencio y el único sonido que se escuchaba era el trueno proveniente del exterior. La tenue luz lejana que actuaba como iluminación, apenas podía proporcionar una escasa fuente de calor prácticamente inexistente en medio de un entorno tan sombrío.

Bai Zemin no lloró. Después de desahogarse de manera ilógica pero realista, simplemente se quedó en silencio e inmóvil.

Una vez había sido traicionado por personas en quienes confiaba desde lo más profundo de su corazón en el pasado. En ese momento, había sentido como si su mundo se hubiera derrumbado ante sus ojos y ya no sentía ganas de hacer nada; incluso salir de su habitación era un desafío todos los días... En medio de toda esa tristeza, dolor y desolación, su familia estaba allí para él; tal como siempre habían estado pero él no lo había notado.

A partir de ese momento, Bai Zemin había cambiado drásticamente. Dejó de salir con amigos, no perdió el tiempo preocupándose por tener una relación con una mujer y dedicó todo su tiempo a estudiar y trabajar duro para darle a su familia una vida mejor.

Sin embargo, en aproximadamente tres horas, todo por lo que había estado luchando durante muchos años se había ido. Su familia, la única fuente de calor que lo hacía sentir cómodo, probablemente había muerto.

Cada vez que imaginaba a su padre, a su madre o a su hermana adoptiva menor llorando y pidiendo ayuda antes de morir, su sangre hervía furiosamente como si un volcán estuviera a punto de estallar.

Veinte minutos después, Lilith finalmente habló, —Bai Zemin, tu familia probablemente todavía está viva.

Su cuerpo tembló suavemente, pero no respondió. Permaneció en silencio, anhelando escuchar sus siguientes palabras. Aunque Bai Zemin no sabía qué tan fuerte era Lilith, incluso después de haberse vuelto mucho más poderoso de lo que era en el pasado, sentía que un chasquido de sus dedos sería más que suficiente para borrar su existencia si realmente lo quisiera. Por lo tanto, sus palabras en este momento eran muy importantes para él.

—Cuando el Registro del Alma llega a un nuevo mundo, el mana que siempre estuvo en ese mundo pero estaba inactivo finalmente comienza a moverse... Ahora, imagina que pasas veinte años en la cama y de repente te levantas abruptamente y comienzas a correr a toda velocidad, ¿qué crees que sucederá? —preguntó ella.

—Bai Zemin levantó la cabeza suavemente y la miró. Con voz un poco ronca, respondió: Todo se derrumbaría... Los músculos no pueden soportar el peso del cuerpo, los ligamentos no pueden resistir la presión y el corazón no puede bombear suficiente sangre después de latir tan suavemente durante tanto tiempo.

—Correcto. Todo se vendría abajo. —Lilith asintió suavemente y continuó—. Eso es precisamente lo que está sucediendo ahora. Después de incontables años de silencio y tranquilidad, el mana de este mundo finalmente comenzó a moverse por todas partes, provocando que el orden mundial cayera en un caos.

Mientras Lilith explicaba, Bai Zemin luchaba por levantarse y buscaba una silla sana para sentarse. Mantuvo sus sentidos enfocados en ella, sin atreverse a perderse ni una sola palabra.

—Los humanos tienen un cuerpo débil por naturaleza, así que la mayoría de ellos no pudo resistir el impacto de la ola de mana, convirtiéndose en esas criaturas mutadas; más fuertes y con una resistencia ilimitada alimentada por el mana del mundo, pero sin inteligencia alguna. Por otro lado, los animales que poseen un cuerpo más resistente y las plantas con una vida superior son mucho más propensos a adaptarse al mana, evolucionando y creciendo hasta convertirse en criaturas aterradoras.

Bai Zemin finalmente entendió muchas cosas después de escuchar la explicación de Lilith. Desde la función inicial de esta extraña entidad llamada Registro del Alma hasta la razón por la que tantos humanos se convirtieron en zombis y por qué los insectos y animales previamente inofensivos habían cambiado tanto de repente.

En este momento, sin embargo, no podría importarle menos todo eso.

—Entonces, ¿qué pasa con mi familia? —preguntó con voz apática.

Aunque la voz de Bai Zemin era prácticamente impasible, Lilith, quien había visto incontables vidas a lo largo de su vagabundeo, pudo notar la vacilación en su mirada cuando hizo esa pregunta. Obviamente, aunque trataba de actuar con calma, su corazón estaba en caos mientras trataba de aferrarse a cualquier esperanza.

—Además de los seres vivos, también existe la posibilidad de que los objetos electrónicos sufran a causa de la ola de mana... Entonces, no es imposible que los dispositivos de comunicación resulten dañados o que la distancia alcanzada por la señal se haya acortado infinitamente. —señaló Lilith.

Los ojos de Bai Zemin brillaron al escuchar su explicación. De hecho, las palabras de Lilith tenían bastante sentido si uno observaba cuidadosamente el ilógico mundo fuera de la ventana.

Al ver el cambio en su expresión y cómo sus ojos recuperaban su color, Lilith rápidamente agregó: Además, no olvides que durante el caos, tu familia también pudo haber perdido sus teléfonos móviles o simplemente no tuvo tiempo de recogerlos.

Bai Zemin finalmente no pudo evitar levantarse. Su mirada anteriormente apagada se había encendido de nuevo, ardiendo con esperanza.

Anteriormente, había estado demasiado abrumado por las emociones como para pensar en algo tan pequeño como lo que Lilith acababa de mencionar. De hecho, era muy plausible que su familia simplemente no hubiera tenido tiempo de recoger sus teléfonos móviles o que estos se rompieran durante su huida.

Incluso si todo fuera una esperanza fugaz, Bai Zemin no estaba dispuesto a dejarla escapar.

Avanzó con un gran paso hacia la silla donde estaba sentada Lilith y la abrazó suavemente mientras decía en voz baja —Gracias...

Inconscientemente, no pudo evitar asombrarse del exquisito aroma a rosas que desprendía el cuerpo de Lilith. Su suave cabello oscuro acariciaba suavemente su rostro como si fuera la caricia de su amante.

Después de experimentar el infierno y luego ser ascendido de nuevo a los cielos, incluso su Primera Orden de Manipulación de Sangre no pudo hacer nada para calmar su corazón. Con emociones inestables, simplemente no estaba pensando con completa racionalidad.

Lilith lo sabía perfectamente, así que no se molestó en apartarlo. Para ella, Bai Zemin era un niño pequeño. Por el contrario, ella bromeó —Si realmente quieres agradecerme, ¿qué tal si me llevas justo aquí~?

Como si hubiera recibido una descarga eléctrica, Bai Zemin retrocedió rápidamente de ella y la miró con recelo mientras decía —Puedes olvidarte de eso.

De hecho, si no fuera por el calor del momento y las emociones nublando su juicio, Bai Zemin definitivamente no se atrevería a acercarse a Lilith; todo su ser era demasiado encantador y cada acción suya estaba llena de seducción. Incluso él, que solía ser bastante tranquilo, no tenía la menor confianza en resistir si ella realmente quisiera.

—¡Oh, vamos! ¡No seas aguafiestas! —Lilith hizo un puchero extremadamente lindo, que fue un gran contraataque para su cuerpo seductor—. Con este frío que hace, estoy segura de que si nos abrazamos afectuosamente nuestros cuerpos estarán contentos!

Bai Zemin puso los ojos en blanco y estaba a punto de responder cuando la puerta de metal fue golpeada suavemente.

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