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—Estás perdiendo tu tiempo.
—Definitivamente fracasarás.
—Simplemente ríndete. Sabes que no eres lo suficientemente inteligente para lograr algo valioso.
—¿Realmente quieres hacer más fuerte a la mujer que te tiene atado? Qué repugnante.
—Tu colección de fracasos simplemente sigue creciendo, ¿eh?
…Ignorando el Pecado del Consuelo, Sunny se recostó en la balandra de Ananke mientras estudiaba el Fragmento del Amanecer. Sus manos sombrías seguían tejiendo hilos de esencia. Su concentración permanecía ininterrumpida.
Incluso daba la bienvenida a los comentarios despectivos. Cuanto más el espectro odioso lo reprendía, más Sunny sentía que estaba en el camino correcto. El Pecado del Consuelo no se habría molestado en interferir si no hubiera ninguna posibilidad de éxito, después de todo, no estaba en su naturaleza apostar en contra de Sunny cuando no había nada en juego.