—Voy a morir... —El pensamiento que cruzó por la mente de Sunny no tenía nada que ver con el hecho de que cada golpe del cadáver poseído fuera lo suficientemente devastador como para aniquilar su cuerpo, sino más bien con la tensión que luchar contra las abominaciones estaba poniendo en él.
Sí, era cierto: Sunny estaba enfrentándose a una Gran Criatura de la Pesadilla, pero sentía como si la exhaustación lo fuera a matar aunque la criatura no lo hiciera.
El tiempo se mueve lentamente en una batalla como la que estaban luchando. No estaba seguro de cuántos segundos habían pasado desde que el segundo recipiente del Guardián del Portal había aparecido —¿una docena? ¿Dos docenas? Tal vez fueron apenas cinco o seis.