"El dojo subterráneo estaba sumido en la oscuridad, y tan pronto como Sunny deseó que la gota de icor se manifestara en la realidad, esa oscuridad cobró vida de repente. Innumerables sombras se movieron y danzaron a su alrededor, formando un remolino invisible. Sus movimientos eran extraños y erráticos, cargados de anticipación, emoción y anhelo.
Lentamente, chispas doradas de luz aparecieron en el aire frente a él y luego se dispararon hacia un punto en el espacio, coalesciendo en un pequeño punto radiante. Sin embargo, la memoria aún no apareció. En cambio, más y más chispas volaron hacia él, miles y miles de ellas, hasta que, por fin, parecía como si amplios ríos de brillante luz dorada estuvieran fluyendo constantemente hacia la esfera de resplandor que crecía lentamente.