En el fondo, las cosas eran en efecto bastante simples. Sunny odiaba al Caballero Negro lo suficiente como para hacer su debida diligencia y, por lo tanto, dedicó una increíble cantidad de tiempo a estudiarlo. Estaba tan motivado por matar a la criatura que lo había lastimado que incluso había llegado a instalarse en la misma vieja catedral que el diablo.
Como resultado, Sunny se había convertido en un experto singular en todo lo relacionado con el Caballero Negro. Conocía sus fortalezas, conocía sus debilidades, los patrones de su comportamiento…
Y, lo más importante, él sabía qué tipo de poderes sobrenaturales poseía el diablo.
A diferencia de las Criaturas de la Pesadilla de rangos inferiores, los diablos tenían acceso a poderes extraños y espantosos que eran similares a las Habilidades Aspecto de los Despiertos. Eso era lo que los hacía tan peligrosos, y por eso el hecho de que Sunny hubiera aprendido el poder del Caballero Negro era tan vital.