—Oye, idiota. ¿Estás bien? —Sunny reaccionó después de uno o dos segundos, levantando la cabeza y mirando a Effie con ojos vacíos.
—...S—sí. Estoy bien. Solo… pensando en cosas. —Effie le echó una mirada extraña, luego se encogió de hombros y se volvió. Todos estaban demasiado ocupados para prestarle atención, no es que alguien lo hiciera alguna vez.
Dejado solo, Sunny tambaleó y lentamente se bajó al suelo. En su mente, una frase se repetía a sí misma, una y otra vez, cada vez más fuerte.
—Una mujer con una lanza de bronce ahogándose en una marea de monstruos... una mujer con una lanza de bronce. —Esa era una parte de la visión que Cassie había visto al principio de su viaje, en la noche que habían pasado encima de la gigantesca estatua de un caballero sin cabeza.