Dos días después...
El pasillo de la oficina zumbaba de actividad cuando Cristóbal salió de la larga reunión, absorto en una conversación con Brad. Mientras cruzaban el vestíbulo, Benjamin se acercó a ellos con su usual rostro estoico.
—Sr. Sherman, la señorita Nancy ha estado esperándolo —informó con desgano.
—¡Nancy! —Una arruga de desconcierto se marcó en la cara de Cristóbal—. No esperaba que ella apareciera allí. No había programado una cita con ella. ¿Llamó para pedir una cita? —preguntó.
—No... Simplemente apareció por la mañana cuando usted estaba en la reunión —respondió Benjamin.
El ceño fruncido de Cristóbal se acentuó. Se preguntaba si estaba en problemas de nuevo por culpa de su ex novio.
—Nancy no parece ser del tipo que se preocupa por las citas, Chris. Ya sea que le concedas tiempo o no, ella encontrará la manera de llegar hasta ti —rió Brad, su voz llena de tono sarcástico.
—Esto no es motivo de risa —respondió Cristóbal con irritación.