"Abigail irrumpió en el estudio, su urgencia evidente en el rápido clic de sus tacones en el suelo de madera. Tenía una misión, y no iba a perder el tiempo. Con un rápido movimiento de su muñeca, encendió la lámpara, iluminando la habitación oscurecida.
Sus instintos le decían que Cristóbal podría haber guardado una foto del misterioso anillo en alguna parte de su portátil. Podría haber ido a la comisaría para ver los objetos del hombre que habían recogido, pero no quería alertar a sus enemigos de que ahora estaba trabajando activamente con Jasper. Tenía la intención de permanecer en las sombras, compartiendo sutílmente información vital con Jasper.
Abigail se dirigió al escritorio, sus ojos fijos en el elegante portátil negro que reposaba sobre un ordenado montón de papeles. Sin dudarlo, se dejó caer en la silla. Rápidamente introdujo la contraseña, revelando el contenido de la pantalla.