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—Ahí estás —Quinn vio a Calva. Los huesos eran producidos desde su espalda y se disparaban hacia el aire. Luego de alguna forma caían a gran velocidad, todos apuntando perfectamente hacia donde estaba Quinn.
Originalmente había intentado detenerlos con su aura de sangre, creando un escudo de sangre, o atacando de vuelta con sus espadas de sangre, pero los extraños huesos eran increíblemente afilados e infundidos con energía que simplemente atravesaba el ataque.
La segunda vez, había intentado usar su sombra; esto había bloqueado con éxito el ataque, pero justo cuando usaba su sombra, Pultra aparentemente aparecía de la nada, entregándole una patada fuerte a su costado.
Con la lanza de hueso en su mano, estaba listo para lanzarla directamente a Calva, pero una vez más, Pultra apareció con su pierna brillando con poder.