Los estudiantes fueron divididos al azar en cuatro grupos para este evento. Cada uno de ellos iba a entrar al pequeño pueblo improvisado desde las entradas norte, sur, este y oeste. El diseño del pueblo era como un signo de suma. Había varios edificios y callejones pequeños, pero caminos más grandes se cruzaban en el centro.
Layla estaba en la entrada norte, y por suerte, parecía que había unos cuantos a los que reconocía con ella también. La molesta chica de cabello rubio junto con el par de hermano y hermana.
—Qué suerte la mía estar en el mismo grupo que ellos.
Tomó varios respiros profundos, por alguna razón, los nervios la estaban dominando. Por lo general, era bastante buena para calmarse en este tipo de situaciones. Su madre siempre le decía que uno solo se pondría nervioso si en realidad le importaba lo que estaba a punto de hacer.
—¿Eso significa que realmente me importa este evento lame? En verdad, ella ya sabía la respuesta.