Silverwing soltó a su ahijada antes de hacer una profunda reverencia a Lith.
—Gracias por todo lo que has hecho por Epphy. Nunca había estado tan contenta de estar completamente equivocada sobre alguien. Por eso, renuevo mis disculpas por cómo te traté durante nuestros primeros encuentros.
—Unirse a ti salvó la vida de Elp- digo, de Solus y también le dio las siete rayas de Ripha. —Silverwing acarició suavemente la cabeza de Solus, pasando su mano abierta por el cabello de Solus como un peine.— Es casi como si Ripha todavía estuviera viva y me estuviera mirando.
—Eso hace que nuestro vínculo sea aún más fuerte. —Apoyó su cabeza contra la de Solus, dejando que su cabello multicolor se mezclara.
—No menciones eso. —Respondió Lith.— Unirme con Solus también salvó mi vida. Ella no me debe nada. Somos socios iguales en nuestra loca relación.