—¿Hay algo con lo que pueda ayudarte? —preguntó Leegaain.
—No se trata de mí. Se trata de mi esposa.
—¿Te casaste y no me invitaste? —Respondió, sus sentimientos heridos.
—Papá, ella es una Abominación como yo y la ceremonia se celebró en presencia del Maestro y mis nuevos hermanos. Tener un Guardián listo para aniquilarnos habría matado el ambiente. —Ella respondió.
—¿Eres feliz? ¿Ella te trata bien? —Mientras Leegaain se preocupaba por su hija, Lith y los demás habían terminado sus preparativos y estaban listos para ir.
—Una última pregunta. ¿Cómo encontrasteis la posición de la Noche? —Preguntó, tan paranoico como siempre.
—Baba Yaga nos puso en contacto con el leal al Amanecer dentro de las Cortes de los No Muertos. No confiamos en ellos, así que utilizamos nuestra red de información para verificar el rumor que nos pasaron antes de comenzar este plan. No te enviaríamos a ciegas —Feela golpeó el alfiler de Lith.