Al ver a su bebé esperándola al otro lado del cristal y la idea de nunca más tocar a Jormun le dio a Thrud una nueva fuerza. Recordó todo lo que había aprendido acerca de su cuerpo y sobre el Despertar durante el embarazo.
Cómo su bebé Despertado la había hecho más fuerte, al punto de empujar su núcleo arcoíris más allá de sus límites. Había experimentado brevemente el poder del núcleo blanco y recordó bien su toque.
—¿Qué demonios me falta todavía? Tengo los núcleos auxiliares, tengo un maldito núcleo violeta brillante, y aún así no es suficiente para contener el poder de mi antiguo núcleo arcoíris.— Ella exprimió su cerebro hasta que notó que el mana multicolor no era lo único que quedaba a su alrededor.