Nunca antes alguien había luchado sus batallas. En sus tres vidas, Derek McCoy, también conocido como Lith, siempre había estado en primera línea, ya fuera para proteger a su hermano Carl de su padre o trabajar duro para darle a sus hermanas carne y pan.
Estar sentado sin fuerzas en un rincón era una experiencia nueva para él. Movió algo dentro de su podrido corazón. De alguna manera, los Ernas eran la familia que siempre había soñado tener cuando era un niño pequeño.
Seres con superpoderes que luchaban juntos contra los malos, sin importar las probabilidades. Ver su batalla casi le hacía sentir como si hubiera encontrado un lugar al que pertenecer.
Casi.
Lo que realmente lo asombró fue la rapidez con la que todo estaba sucediendo. Él y Solus apenas tuvieron tiempo de apreciar el talento estratégico de Orion, la sorprendente velocidad de reacción de Jirni o el espadachín de Phloria ya que el combate ya se había desplazado de un lado a otro.