—Eh, Wendy... —Tom era reacio a devolver los diseños a Wendy—. ¿Qué planeas hacer con estos diseños?
—Tío Tom, si te gustan, dejaré que la Corporación Stewart los produzca y los comercialice —dijo Wendy con una sonrisa.
—¿Qué? —Tom no podía creer lo que acababa de escuchar.
La Corporación Stewart era solo una pequeña corporación que aún no había salido a bolsa, mientras que MC Empresa era uno de los pilares de la economía de Ciudad del Lago. No importaba cómo lo viera, dar los diseños a MC Empresa era mucho más ventajoso para Wendy que dárselos a él. Fue entonces cuando Tom se dio cuenta de que Wendy quería ayudarlo. Su expresión se volvió solemne. Por mucho que quisiera llevar los diseños al mercado, dijo:
—No importa. Creo que los diseños se desperdiciarán conmigo. Es mejor que se los des a MC Empresa.
—Tío Tom, ¿no tienes fe en mis habilidades o en tu negocio? —preguntó Wendy—. ¿La línea de producción está enfrentando algún problema de control de calidad?