Podía ver con claridad el humo que se alzaba hacia el cielo y sabía bien de donde venía: "— ¡Si es en la casa del viejo!" Su preocupación era evidente. Las personas a su alrededor que salieron de sus casas, al escuchar la explosión, vieron el humo alzarse en el cielo y comenzaron a salir de sus casas y se alejaran de esta sona por miedo.
No todos no notaron al chico correr, pero era claro que unos han reconocido al chico por su cabellera larga y su altura promedio de uno punto siete metros. Pero lo extraño es que traía una daga en su mano que para aquellos quienes lo conocen y empiezan a dudar sí de quedarse aquí o irse inmediatamente de sus hogares, dijeron:
— Tenemos que irnos —habló un hombre que estaba a lado de su mujer —. Empaca todo lo importante, ¡tenemos que irnos!
— ¿Y Némesis? ¿Por qué se fue corriendo? — preguntó la mujer preocupada, pero el hombre le contesta sin preocupación y sin un motivo por el cual se preocupara por el chico—. Sabemos que él es inteligente y sabrá como solucionar sus cosas.
Némesis estaba ya cerca del portal pero sintió que alguien venía tan rápido que sus instintos hicieron que su bello de sus brazos se pusieran tensos.
"— ¡Estos cabrones no me dejarán tranquilo!"
Miró por instinto en el cielo y más alla en el horizonte se veía un punto negro venir cerca. Era claro que un aventurero venía volando aquí.
"— ¡Tengo que entrar rápido!"
Ya podía ver el portal, era de color negro con tonos blancos, uno en el que nunca en su vida había visto este tipo de colores. Y era extraño ver que lo negro era tan pero tan negro que hasta absorbía todo tipo de luz.
"— ¡La casa está hecha en destrozos! ¡No me queda opción más que entrar!"
Casi iba a entrar al portal pero una lanza se enterró en frente suyo. La lanza se veía hermosa estéticamente, era evidente que costaba mucho dinero y el tipo de persona que cargaba el arma era alguien rico y poderoso.
Miró donde provino el ataque, y el sujeto que lanzó su arma resultó ser aquel sujeto que volaba por el aire siendo una mujer.
— ¡No entres, es peligroso! —gritó la mujer preocupada por él
Se veía grande y su armadura era reluciente. Puede que esté a sus treinta pero no supuso más de ella. Tomó la decisión de entrar al portal sin pensarlo dos veces.
La mujer estaba furiosa que tan solo chasqueó su lengua, descendió no tan cerca del portal y pidió a los civiles que evacuen la zona.
— ¡Necesito que todos se vayan rápido! ¡Recojan lo que es más importante para ustedes y largense de aquí!
Mientras evacuaban la mujer se quedó ahí en su posición sin moverse hasta que pasaran diez minutos para que llegaran los refuerzos.
Desde la lejana distancia venían helicópteros de las fuerzas armas mexicanas. Pero hay otros que son de una organización siendo la misma que administra y da apoyo a los aventureros.
Al aterrizar descendieron soldados que van a custodiar la zona para que ningún civil entre. Descendieron también cientificos que se encargan también de investigar más acerca de esta anomalia y saquen información valiosa que sea de ayuda.
Pensó la mujer al respecto de lo que pasó aquí con ayuda de su Sistema Mágico: "— Investigando un poco, el que recide aquí se llama Ojeda Cresencio, un viejo de 76 años que se hizo una casa con ayuda de su esposa y que alojó a tres niños, una niña siendo de su sangre y los otros de la calle... y eso me deja con dudas.
> Se supone que el gobierno tuviera que cuidar a estos niños pero no hay nada de ellos... Solo sus nombres... Quetzal y Némesis, ¿acaso sus padres son indigenas?"
Pero nego con la cabeza por que sabe bien que este chico se comportó arrogantemente como cualquier chico de ciudad.
"— Estos chamacos... y este maldito gobierno que solo sirve para regalar sus riquezas con los extranjeros.
> Obviamente esos chicos son huerfanos desde hace tiempo. No hay manera de sacarlo de ahí, solo él puede hacerlo y le será difícil por ese cuerpo tan delgado que apenas con un golpe leve saliera volando."
La mujer miró de reojo, y vió que una persona conocida venía, uno que no es común de verlo en el ojo público.
— Alex, es un milagro verte aquí —preguntó un poco sorprendido y contestó la mujer —. Es un milagro que sales de tu trabajo Baltazar—y lo dejo de verlo para poner su atención en el portal.
Baltazar es el Presidente de la Organización de Aventureros de México que se encarga de la administración en este pais. Hay más organizaciones de las cuales también se encargan de administrar a su gente en cada país del mundo.
La Organización de Aventureros se encarga de proteger a los aventureros que quedan expuestos ante su gobierno. Al ser civiles que tienen el don de usar la magia el gobierno puede manupular su poder para tener a estas personas bajo su control.
Sí un aventurero está en peligro, su sistema exclusivo les notificará sobre tal aventurero que está en peligro de ser experimentado en un laboratorio, o ya sea controlado ante su voluntad por un gobierno.
— Alex, rango SB internacional —se presentó conforme acorde va los protocolos para comunicarse con un agente.
— Otro portal de rango desconocido —miró de arriba y abajo la anomalia —. Con este van cinco de este tipo.
— Si... Pero a comparación con esos son diferentes a excepción del chico del Sindrome de Down... ¿Crees que sea algo nuevo y aterrador.
— No podemos suposicionar tan facilmente, ahora estamos en un mundo donde cualquier hombre puede ser dios o un demonio.
Un cientifico tenía en su mano un dispositivo que le permitía predecir un peligro que iba a provocar la anomalia. Y al momento de apuntarlo este le notificó del peligro gritabdo.
— ¡Todos alejense de ese portal, va hacer algo impredecible!
— ¡…!
Una onda surgió de ese portal y empujó a todos con una fuerza baja. Todos impresionados y aterrados por que la anomalía empezaba a convertir su alrededor en un estado liquido y lo comenzaba a drenar como si un agujero de gusano pero este tiede a modificar el espacio a su alrededor.
Retrocedieron por miedo por que se agrandaba con los segundos que pasaban. La anomalía hacía temblar el suelo tan bruscamente que hacía grandes crateres en el suelo. Las casas que estaban a su alrededor se desmoronaban por lo cerca que estaban y los postes que cuelgan los cables de electricidad caían.
Por unos momentos se relajaba la intensidad y por un tiempo volvía a ser mucho más intenso que antes como sí la tierra estuviera respirando a su gusto. Baltazar miró que del norte venia varios helicopteros de esta organización que trabaja, y supo que esto ya era más serio que esos casos como el chico que tiene el Sindrome de Down. Sabe bien que ahí viene la persona más importante de la Organización de Aventureros.
"— Esto se pondrá más serio de lo que pudiera imaginar."
…
Todo era familiar, las paredes hechas de piedra pulida con garabatos indigenas y esa estatuas que parecen ser soldados lo volvió a recordar al pasado.
"— Cómo recuerdo jugar aquí con Quetzalcóatl al igual que su padre de ese entonces."
Al fijar su vista a un lugar ve que ahí se encontraba el viejo acostado sin despertar. Preocupado intentó ir hacia él pero una fuerza invisible le impidió sin siquiera tocar una tela de la ropa del hombre.
— Tch... ¡Viejo, despierta!
No despertó con ese grito y de nuevo lo intentó: "— ¡Vamos hombre, esto no es estar en un paraiso! ¡Tengo que llevarte con tu nieta al hospital! ¡Tengo que sacarte de aquí pero primero tienes que despertar puta madre!" Su tono desesperado e impaciente era evidente. Respiró agitado por tanto gritar y era obvio que no podía tocarlo.
Pero miró abajo y vé que está sobre un circulo que tiene grabado a un dios que para él es desconocido. Pero verlo más fijamente ve que el viejo comenzaba tirar sangre, y eso lo puso más furioso y desesperado.
Cree que el hombre fue sacrificado: "— ¡Puta madre! ¡Despierta de una vez!" y notó que en el pecho del hombre empezó a sangrar donde está su corazón.
Confirmó lo peor y recordó aquella vez que le dijo en una la mañana al hablar sobre su nieta: "— ¿Por qué?" Solo se preguntó asimismo del por qué tuvo que decir esas palabras, por qué fue él quién tuvo que ser sacrificado por ese ser y por qué tuvo que ser quien haya entrado a este portal de un mundo desconocido.
"— Sí tan solo tuviera que romper el orgullo de mi padre, todo esto... —y suspiró con profundidad y guardó un momento de silencio —." Ya no vale la pena seguir teniendo falsas esperanzas.
Solo pudo hacer una cosa, y era rezar por el poniendose de rodillas y agachando su cabeza en sumisión.
— Ohh mi Señor quién creó a la humanidad con su amor, quién es el único dios que me demostró toda su honor, gloria y su infinito amor.
> Ruego por usted que esta alma se liberó de la muerte y que lo perdone por sus pecados. Le ruego a usted que se apiade de esta alma y le diera un lugar en los cielos.
> Le ruego que esta alma tenga su aliento para que entre al paraiso... En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén —y se levanta sin sentir dolor de la perdida de su ser querido.
Recordó en aquél entonces ese ser que estaba encadenado de sus brazos, piernas y cuello diciendole que le ruege no con honor o mostrar sus logros heróicos, solo pidió una cosa en la cual mostró ser quien es en realidad.
Le pidió que le rogara con amor y fidelidad. Solo recordar ello le hizo un dolor agudo en su cuello y aguantara las gana de llorar apretando sus dientes y alzara su mirada hacia arriba.
— Cómo te extraño... — pero escuchó un paso detras suyo y se movió por instinto porque casi iba a recibir un ataque.
Se limpió las lágrimas y frunció su cien al percatarse de esta estatua que se movía aparente con magia. Y pensó: "— Creo pensar que el sacrificio del abuelo fue para esto, darle vida a estas piedras y diera vida a algo más que eso. Pero aún más me pongo a pensar sobre ese grabado que esta debajo del abuelo.
> ¿Quién madres es ese ser? Solo pude leer que es luz y oscuridad y solo eso. Pero me aterra la idea que con eso lo hayan invocado por una razón desconocida y aterradora
> Luz y oscuridad... no le encuentro chiste alguno."
Tuvo que esquivar un golpe directo a su brazo derecho de la estatua y con su daga tuvo que desplazar un ataque que le venía por detras.
Habían más estatuas escondidas en la oscuridad. Solo podía ver la luz que irradiaba de la zona de donde está su abuelo sacrificado. Era evidente su derrota inminente, su cuerpo no estaba preparado para ello y el numero de enemigos era superior a lo planeado.
"— Puta madre, aún sí trabajé desde pequeño aún no soy fuerte. Necesito la magia para moverme rápido y eficiente pero con eso no lograré nada."
Un estatua lo ataca y dejó expuesto su punto débil que lo aprovechó usando su daga para causar un daño inminente y mortal. Con eso fue suficiente para dejarlo fuera de la pelea, pero aún quedaban más.
Unos portaban cuchillos, otros el famoso macuáhuiltl que es la espada que siempre los indigenas lo ocuapan en cada batalla en los tiempos prehispánicos.
"— ¡¿Donde está la salida?!"
Todas las estatuas lo habían rodeado y ya estaban preparados para lanzarse contra él sin ninguna pizca de sentimiento alguno. Todos se detuvieron al tiempo que apareció la luz iluminar sobre Némesis y empezaron a retroceder volviendo a sus lugares rapidamente.
Némesis dudó sobre esta luz, y más aún del por qué apenas había aparecido, y pensó: "— Nadie se acercó directamente hacia la luz, y más que la sala era iluminado solo en las esquinas y las paredes.
> ¿Pero por qué? ¿por qué les temen a la luz en primer lugar?"
Y paró de pensar al sentir que el suelo se movió. Donde estaba también eran parecidos a los garabatos que tenía pulido en el suelo donde estaba el abuelo.
Sabía bien que iba a ser sacrificado pero solo se quedó viendo por ultima vez a la persona que le había dado una mano en momentos oscuros: "— Gracias por dejarme vivir en tu morada con mi hermanita. Te prometo que cuidaré de tu nieta pase lo que pase aún sí este lejos de ella."
Ya no pudo ver al mayor, y solo pudo ver oscuridad que en vez que la luz iluminara los muros, solo era oscuridad y solo eso. Tenía curiosidad de saber sí era cierto eso y lo hizo, impactandose que más allá de donde intentaba tocar estaba vacío.
"— ¿Qué chiste tiene de seguir teniendo esperanzas de salir de aquí? Ya no hay más oportunidades —se rindió —. Ya no queda más que seguir el camino hacia mi muerte."
La plataforma de donde estaba paró y por poco casi cae al vacio sin fin. Frente suyo un camino se iluminó en blanco, era recto y no había obstáculos que lo paren por un momento a otro.
"— Quieren que siga el camino, pero presiento que todo esto se va a caer."
Apenas dio el primer paso y nada paso, con los siguientes pasos nada ocurrió por el momento. Solo siguió así en silencio.
"— Quiero mirar atras pero siento que si lo hago el suelo empezará a caer."
Sentía tanta tensión en sus hombros, un escalofrío corrió por su espalda y sintió que debía de hacer eso. No quería correr por que su cuerpo no estaba preparado para correr pero sus instintos le piden que lo hagan.
Tan solo pensó lo peor que es caer al vacío y empezó a dar pasos más rápidos. Su nerviosismo se notó en su expresión, y no fue hasta que empezó a correr a un ritmo normal.
Como lo había predicho, atras suyo sí empezaba oscurecerse el camino al ritmo que iba Némesis corriendo con tranquilidad. Ve que más adelante estaba una zona ya mucho más amplia y empezó a correr más rápido.
Casi estando cerca su curiosidad lo tomó y miró de reojo por su hombro y se percató que de aquél oscuridad que lo rodea estaba consumiendo la luz que lo ilumina y lo guía al camino seguro.
"— ¡Sí tenía razón, pensé que era pura fantasía imaginar que eso lo que hacen en las peliculas de terror era falso pero se cumplió!
> ¡Puta madre, corre Némesis, corré!"
Su miedo a morir así era gigantesco en un sentido sarcástico, a pesar de ser una persona que contiene sus emociones él aprovecha el momento para no ponerse en un estado negativo. Aún sí el momento era tenso, no quiere decir que su final de su vida sea malo a excepción de aquella traición.
El camino estaba ya cerca, solo faltaban unos pasos para llegar. Saltó al ultimo momento y sintió que su camino se había desvanecido por la inminente oscuridad que lo rodea a cualquier tiempo.
Pero fue un milagro que tocó el suelo plano y sintió una alegría de estar en una zona segura donde sí puede, por lo menos, morir tranquilamente.
Respiraba agitadamente, su vista comenzaba a nublarse y su mente estaba ya en un punto donde necesitaba mucho aire por haberlo gasto excesivamente que comenzó a ver oscuro.
— ¡Por fin! Aaaahhh... aaaahhh... en serio, cuanto miedo tengo de quedarme atrapado en la nada misma aaahh-aaahh...
Había pasado el camino de su vida y de su muerte en un santiamén. Era increible sentir el extasis del miedo recorrer en todo su cuerpo que quería estar así por un tiempo.
Rapidamente se calmó y se recompuso tan pronto que pensó sobre este lugar desconocido: "— No hay nada, solo es un lugar que el suelo es blanco y solo eso."
Más allá de su vista el suelo era blanco y nada más, lo extraño es que no había nada. Simplemente era un camino plano.
"— ¿Magia de un tipo terrenal o de un tipo que manipule el espacio? Esto se puso interesante y a la vez tétrico"
…