-Tres años después-
En un apartamento un poco grande para dos personas, ubicado en la ciudad de Londres, Reino Unido, una niña de nueve años se encuentra practicando cocina mirando las recetas de un libro que su mentor había comprado. Realmente ese hombre, Waver Velvet, compró el libro de recetas para sí mismo, pues él quería aprender a cocinar más platos para poder dárselos de comer a Sakura, pero como no tiene mucho tiempo libre, no ha tenido la oportunidad de practicar.
En cuanto a Sakura, ella acaba de cumplir nueve años. Ha crecido un poco en estatura y su mirada es más relajada y alegre. Aunque ella ha pasado por muchas situaciones extrañas junto a Waver, ella sin duda se divirtió y pudo dejar un poco de lado su timidez.
"Aunque no es bueno hacer explotar las ruinas de una antigua tumba babilónica"
Ella recordó el momento en que escapó junto a Waver y Melvin de esa prisión extraña. Los tres trabajaron en equipo para hacer explotar el lugar y huir sanos y salvos.
Después de eso, gracias al dinero de Melvin, todos pudieron regresar a Londres.
'Melvin-san es bastante extraño, pero también es demasiado generoso. Presiento que Waver-san se aprovecha de eso'
Más que un simple presentimiento, ella está segura de que Waver se aprovecha de la amabilidad de Melvin, pues este departamento fue un regalo de ese tipo en cuestión. Sin embargo, dejando de lado eso, desde que regresaron a Londres, la vida ha sido más pacífica y cotidiana.
Sakura no ha tenido que ir a la escuela, pues tiene al mismísimo Waver como su tutor. No solo aprende magia, sino también muchas cosas sobre la sociedad y el sentido común de los Magus, pues ese sentido común es muy diferente al de los humanos.
Click. La cerradura de la puerta resonó detrás de Sakura. Ella volteó su mirada y, dejando todo lo que estaba haciendo, se asomó por la puerta de la cocina para ver de quien se trataba. Una leve sonrisa en su rostro se mostró cuando vio a Waver llegar.
"Bienvenido, Waver-san"
Waver se dio cuenta de la presencia de la pequeña Sakura, quien aún tenía puesto el delantal. De hecho, el delantal estaba bastante sucio, manchado de los ingredientes que la niña usó para hacer el almuerzo.
"Hola. ¿Qué estás haciendo?"
"Cocinando"
"Uh, ya veo"
Waver respondió bastante relajado, pero pronto se dio cuenta de lo que esta niña le había dicho.
"¡¿Qué?!"
Se acercó a la niña y le miró las manos.
"¡Tonta! ¡Tienes cortadas en los dedos!"
Sakura abrió los ojos un poco shockeada porque Waver levantó bastante la voz, pero luego sonrió comprendiendo que este tipo solo se estaba preocupando por ella. Miró como Waver caminaba por la casa revisando cajas y alacenas en busca de curitas para las heridas. Parecía una gallina sin cabeza por la forma tan desesperada con la que iba de lado a lado.
"Lo siento"
Dijo desde lo más profundo de su corazón.
"No te disculpes. La próxima vez, si vas a hacer algo como esto, tienes que avisarme. Te ayudaré, eso tenlo por seguro. Soy tu maestro, después de todo. Mi trabajo es guiarte, haciendo que aprendas más que solo la magia"
"Entiendo. Eso es lo que haré"
Sakura asintió mientras Waver usaba las curitas que encontró en una caja. Él le tomó de las manos y se aseguró de limpiar las cortadas con alcohol antes de ponerle las curitas.
"Listo. Ya no se infectara. Hm…"
Waver olió algo en el aire.
"Huele a quemado…"
Sakura sonrió nerviosamente antes de que los dos, en un segundo, corrieran a la cocina. Allí se encontraron con una olla prendida en fuego. Waver se quitó la chaqueta y la mojó antes de tapar la olla con la misma.
"Lo siento"
"Haa… ya te disculpaste. No estoy enojado. Pero ahora tendremos que limpiar este desastre"
"Yo te ayudo"
"Jaja. No. Yo te ayudo"
Ambos se ayudan el uno al otro, como una verdadera familia…
***
Más tarde, por las enigmáticas calles de Londres, Waver y Sakura van de la mano buscando el lugar perfecto para hacer sus compras de la semana. Obviamente, todo va por la poderosa cuenta del ingenuo Melvin Waynez, quien está encantado de ayudar a su mejor amigo y a la pequeña Sakura.
"Debería comprarte ropa nueva. La que usas ya te está quedando pequeña"
"¿Tu crees?"
"Si. ¿Acaso no vas a dejar de crecer? Cada vez estás mas y mas alta"
"Aún soy muy joven. Voy a seguir creciendo. Solo espero que onii-san pueda reconocerme"
"Si… eso espero…"
Waver miró al camino con la mirada ensombrecida. De alguna forma Sakura también tiene el mismo deseo que él. Mientras que él busca una forma de traer de regreso a Iskandar, Sakura espera algún día poder volver a encontrarse con Toru.
'Debido a los circuitos mágicos que fluyen en su interior, Sakura-chan está demasiado ligada a la familia Matō. Debido a esto, como la pasada guerra por el Santo Grial no tuvo un ganador, es probable que ella sea elegida para la siguiente…'
Cuando las líneas ley de Fuyuki se sanen por completo, el Santo Grial volverá a escoger a siete Masters que se batirán a un duelo a muerte. Waver no podía imaginar a Sakura en esa situación. Si esta niña es escogida por el Grial en el futuro, eso solo la hará sufrir.
"Waver-san…"
'También hay posibilidades de que no sea elegida, pero ella también es una Tōsaka. Eso solo incrementa la posibilidad'
"Waver-san"
'¿Qué debería hacer al respecto?'
"¡Waver-san!"
"Uh, ¿qué pasó?"
"Te quedaste viendo a la nada. Parecía que tu cerebro se desconecto de tu cuerpo"
"¿Qué clase de analogía es esa?"
Dijo el chico. Despues de darse cuenta de lo tonto que fue todo eso, ambos comenzaron a reirse.
De pronto, un elegante automóvil negro se detuvo cerca de ellos. Dos hombres corpulentos vestidos de traje negro salieron de alli con una bolsa de tela negra, la cual usaron para cubrirle la cabeza a Waver. Él no tuvo tiempo para reaccionar, pues, por más que intentó liberarse, su fuerza física era muy poca.
Sakura miró todo esto sin entender qué estaba pasando, pero luego de ver como Waver era secuestrado, ella se abalanzó contra uno de los hombres dándole un puñetazo con el puño cerrado como Toru hace tres años le enseñó. Aun así, aunque ella logró causarle un poco de dolor al hombre, este mismo la sostuvo por el brazo. Pero a diferencia de Waver, que fue tratado como un saco de patatas, el hombre cargó a Sakura en sus brazos y con mucho cuidado la puso en el asiento de atrás.
"¿Qué están haciendo? ¡Liberen a mi maestro!"
Gritó ella, pero luego la suave risa modesta de alguien a su lado llamó su atención.
Sakura miró a su lado y allí la encontró. Sosteniendo una taza de té con mucho cuidado de no regar nada sobre la alfombra del vehículo, una niña rubia y de ojos azules se encontraba. Sus ojos ardientes de determinación y un poco de peligrosidad miraron a Sakura, para luego dejar salir la voz de una niña de ocho años.
"Matō Sakura"
Dijo ella, a lo que Sakura respondió con un rotundo silencio. Al ver la confusión en el rostro de Sakura, ella solamente le sonrió en silencio, a la vez que Waver se retorcía en la parte delantera del vehículo.
"Mi nombre… ¿quién eres?"
Ella se puso a la defensiva y la niña rubia entendió esto. Chasqueo los dedos y uno de los hombres que antes sostenían a Waver se acercó por uno de los asientos de la limusina. Sacó un termo de un compartimento entre los asientos y una taza del mismo lugar.
"¿Quieres un poco de té? También tengo dulces, por si te interesa"
La voz de esa niña sonaba un poco engreída, pero seguía siendo la voz de una niña común.
Para Sakura, frente a sus ojos estaba una niña elegante y extraña que acaba de secuestrarlos a ambos en este lugar.
"¿Hm…? ¿Qué ocurre? ¿No te gusta el té?"
Sakura no respondió. Puso ambas manos delante de su rostro y las juntó, preparándose para lanzar su magia básica.
"¿Quién eres? ¿Por qué le haces esto a Waver-san?"
La niña volvió su mirada al frente con confianza.
"Me llamo Reines El-Melloi Archisorte. Es un placer finalmente conocerte, Matō Sakura. En cuanto a ese chico. Hay algunas cosas de las que quiero hablar con el"
"Podrías haberlo llamado…"
"De haberlo llamado, él habría huido. Es mejor de esta forma. Así que descuida, no estamos aquí para hacerle daño a nadie. Solo quiero hablar, nada más que eso. De hecho, ¿cómo podría hacerle daño a Waver Velvet? Si soy su más grande admiradora. Eso te incluye a ti. Me tome la molestia de investigar a la niña que ese chico trajo consigo desde Japón. Sip, realmente te ves como una niña japonesa. La descripción que me dieron dio en el clavo, pero tu cabello…"
Sakura frunció el ceño.
"Algo debió pasar en tu estadía en la casa de los Matō. Aunque no voy a hablar de eso. Tal vez ese tema pueda ser algo delicado para ti. No quiero hacer que mi invitada de honor se sienta incómoda. Ahora, haz más preguntas. Te responderé, pues más adelante será Waver Velvet quien responda mis preguntas"
Mirando todo el entorno del vehículo, asegurándose de las posibles rutas de escape, Sakura negó con la cabeza. No había nada que hacer. Incluso si usa su magia de principiante, no saldría de aquí con vida. Aunque Reines no tiene intenciones de hacerle daño, pero eso ella no lo sabe.
"No te quedes callada. Como ya es la hora del té, acompáñame en esto. Come una galleta y tranquiliza tu mente. Te hará bien, pues este té puede considerarse lo mejor de lo mejor. Te gustará, te lo aseguro"
Obviamente no había forma de que Sakura confiara en ella. Las acciones y palabras de Reines la convierten en alguien sospechosa.
"Mira nada más. Ya llegamos"
El camino a su destino fue bastante corto. Sakura vio por la ventana y sus ojos se abrieron asombrados. Cuando se alejaron lo suficiente de la carretera, una gran mansión al puro estilo europeo se mostró en el paisaje. Fue allí donde el vehículo hizo su parada.
Al detenerse el vehículo, los dos hombres se bajaron y abrieron la puerta para ambas niñas.
"Puedes huir en cualquier momento. No te estoy secuestrando ni nada parecido. Esto es solo una demostración de que puedes confiar en mí. Oh, chicos, déjenlo en ese lugar"
Para terminar su frase, Reines le ordenó a los hombres que llevaran a Waver al interior de la mansión.
"¿Quieres dar un paseo?"
"No estoy entendiendo nada…"
Dijo Sakura. Reines esta vez iba a explicarle lo que estaba pasando.
"Mi hermano murió de forma trágica en la Guerra por el Santo Grial. Quería preguntar algunas cosas relacionadas. Parece que tu maestro compró la escuela de mi hermano y se llenó de deudas, pero supongo que eso es algo que no sabias"
"Deudas… así que es por eso que casi siempre está ocupado…"
"No lo culpes. Su excesiva ingenuidad y amabilidad lo llevó a esto. No es un pecado se amable, pero es un delito ser idiota"
"Y tú, Reines-san, hablas japonés y sabes sobre mí. ¿Cómo?"
"Lo sé gracias a tu familia, una familia bastante conocida. Y en cuanto a los idiomas que hablo, por ahora solo son cinco. Aprenderé más con el tiempo"
"Eso es increíble… Waver-san me ha estado enseñando inglés, pero las pronunciaciones son muy difíciles"
"Lo sé. El acento de los japoneses al hablar otro idioma que no sea japonés es gracioso"
Reines se detuvo cerca de unos arbustos florales.
"Tengo que ir a hacer lo que ya te mencioné. Puedes explorar el lugar si quieres. Te traeré a tu maestro en una sola pieza, lo prometo. Hasta entonces, nos veremos después, hermanita…"
Después de esas extrañas palabras de Reines, Sakura vio como ella se alejaba mientras uno de esos guardaespaldas se quedaba para cuidarla.
***
Dentro de la mansión, Waver sintió como la sangre se le iba a la cabeza. Ahora mismo estaba atado de cabeza con una bolsa negra cubriendo todo su campo de visión.
"¿Dónde estoy? ¡¿Dónde está Sakura?! Saquenme esto de la cabeza"
Dijo él. La voz de una niña se escuchó después de eso.
"Buenas tardes, Waver Velvet. ¿Cómo te encuentras? ¿De cabeza?"
Cuando la voz de la niña se escuchó, alguien finalmente le quitó la bolsa de la cabeza.
"¿Quien eres?"
Pregunto Waver. Así que la niña extraña que se presentó ante él respondió la pregunta.
"Una gran admiradora tuya. Soy Reines El-Melloi Archisorte. Mi hermano participó en la misma guerra que tu. Se llamaba Kayneth El-Melloi Archibald, era el hombre que te salvó la vida"
Ese nombre dejó en shock a Waver.
"Aunque realmente soy su sobrina. En fin, si piensas que te traje aquí por venganza, te equivocas. Bueno, tampoco es una mala idea, pero de nada me sirve el cadáver de un tipo torturado. Lo que si quiero saber, lo que quiero arrancar de ti, es nada menos que un poco de información. Mi hermano murió trágicamente en esa guerra, ¿sabes?"
"Eso lo sé. El que yo haya podido escapar fue pura suerte"
"Ya sea suerte o no, me interesa lo que hiciste después. No solo lo que hiciste con la escuela El-Melloi de mi hermano, sino también a quien trajiste contigo. ¿Sabes que lo que haz hecho con Matō Sakura es prácticamente lo que yo he hecho contigo? ¿Sabes lo fácil que es alejar a esa niña de tu lado?
"Tu… no puedes hacer eso. Tengo un pacto que cumplir"
"¿Así que cuidas a Sakura básicamente porque es una moneda de cambio en tu pacto con quien sabe quien? Eso es bastante cruel, Waver. Imaginar cómo ella intentó defender a su maestro golpeando a uno de mis guaridas. Se ve que ella te tiene bastante estima. ¿Cómo se sentirá ella al saber que no es más que un objeto en tu pacto?"
"Ella no es un objeto. Es mi primera estudiante. Ella es inteligente y amable. Siempre se esfuerza para mejorar y tiene la esperanza de algún día poder obtener lo que desea. Ese es mi pacto. Que ella alcance lo que más desea"
Reines se quedó callada pensando. Miro a Waver a los ojos y se dio cuenta que el chico no mentía.
"Bueno, esto no salió como lo imaginé. Haa… en mi mente sonaba mejor. Dejaré el asunto de Matō Sakura para después. Ahora quiero saber por qué compraste la escuela de mi hermano. Tengo derecho a saber, ¿no?"
Waver no tenía más opción que responder las demandas de esta niña. Con la preocupación de que Sakura puede estar en peligro, escapar de este embrollo es la mejor opción. Entre menos tiempo tome esto, mejor será. Fue así que este chico le contó todo lo que pasó en las ruinas de Babilonia, él como todo terminó pidiéndole dinero a Melvin para comprar esa escuela y la culpa por la muerte de Kayneth que a veces le trae pesadillas.
"No quería arrebatarle la oportunidad a otros estudiantes como yo. Así que mantuve a flote aquella escuela desde entonces, porque por culpa de mi estupidez fue que el maestro de esa misma escuela murió. Incluso si tuve la reliquia, no fui capaz de ser el Master de aquel gran conquistador"
Reines se mantuvo en silencio luego de escuchar eso. Bueno, por dentro ella se estaba riendo, pero sería de mal gusto borrar la expresión determinada de la cara de Waver.
"Y se que a estas alturas es demasiado pedir y hasta una falta de respeto, pero dejame vivir… es lo único que necesito ahora"
"Sabes que es mi derecho el matarte, ¿no? ¿Por qué debería dejarte vivir?"
Waver apretó el puño con fuerza y, con la determinación marcada en su rostro, dijo:
"Porque quiero cumplir mi promesa con aquel rey de antaño y el pacto que forme con el Servant que deseaba vivir con mucho fervor; el Servant que me dijo que debo proteger a Sakura hasta el dia de su regreso"
Ahora mismo Reines estaba muy impresionada por las palabras tan valientes de Waver. Una sonrisa satisfecha se mostró en su pequeño rostro, pues un montón de ideas llegaron a su mente, pero hubo unas que brillaron más que otras.
Aprovechándose de la culpa de Waver, ella le pidió hacerse cargo de la gran deuda que la familia El-Melloi tiene. Waver aceptó sin quejarse. De hecho, lo que perturbó un poco a Reines fue que Waver aceptó también el reparar la Cresta Mágica de la familia El-Melloi que casi se pierde con Kayneth.
Ahora, como la familia El-Melloi también se quedó sin su Lord, el cual era parte de los Doce Lords de la Torre del Reloj, Waver debía aceptar el cargo hasta que Reines sea mayor de edad.
"Esto último ya deberías saberlo, pero la familia de esa niña, quien te espera allá afuera, puede reclamarla en cualquier momento"
"Eso es algo que ya había pensado… De hecho, es un milagro que en estos tres años no hayan aparecido para llevarla de regreso a Fuyuki…"
"Bueno, yo te doy una sugerencia"
"¿Qué sería esa sugerencia?"
***
Salió de la mansión un poco confundido. Parece que de la nada esa niña se ha convertido en algo así como su hermana menor. Al final, tiene que cumplir tantas cosas que es posible que se quede sin tiempo para Sakura.
"Waver-san… ¡Estás vivo!"
Hablando de ella…
"Jajaja. Si, eso creo"
"¿Qué te dijo Reines-san?"
Waver miró a Sakura antes de tomarla de la mano para irse de ese lugar. Entonces, caminando de regreso a casa, le dijo:
"Nada importante. Le conté lo que vimos en Babilonia"
"Entiendo. Me alegra que no haya pasado nada malo"
"Si, lo sé"
Había algo que Waver estaba pensando en ese momento. Relacionado a las últimas palabras de Reines. La sugerencia ingeniosa de esa niña.
'Adoptar a Sakura-chan, eh…'
Una verdadera familia…
Continuará…