Cuando regrese a la universidad, me sorprendí al ver una figura familiar, mi padre, León Lee.
No sabia que hacia aquí. A pesar de que mi madre y el se divorciaron hace mucho tiempo, siempre se preocupaba por mi, y aunque tiene una esposa y una hijastra de mi misma edad, siempre trata de ser un buen padre. Mi padre me vio a lo lejos cuando entraba al recinto y me dispuse acercarme y saludarlo.
-Hola papa, ¿Que haces aquí?-pregunte.
-Bueno era mi ultima opción de hablar contigo, últimamente no respondes mis llamadas ni mis mensajes. ¿Como esta ella?- pregunto con la cabeza baja.
Cuando se refiere a ´´ella´´ es preguntando por mi madre. A pesar de que están ya divorciados, siempre pregunta por ella. Y se que el aun la ama, pero el estar casado con otra parece afectarle mucho.
En ese tiempo mi abuelo el Sr. James Lee fue amenazado por el padre de Angela Morton si su único hijo no se casaba con ella, pues esta decía que estaba embarazada de mi padre.
Mi madre al oír los rumores acepto el divorcio, pues pensaba que papa la había engañado con la Srta. Morton, y acordó nunca mas volver a ver a mi padre, y esta decisión le corrompió el corazón, pues ambos se amaban y ella estaba embarazada de su hija. Al ver que ella aceptaba el divorcio, mi padre me entristeció y su única voluntad fue que lo dejara ser parte de mi vida, a lo que esta estuvo de acuerdo por que al fin y al cabo el era mi padre.
Cuando mi padre se caso con Angela, se dispuso a realizar una prueba de ADN al bebe cuando naciera, y resulto ser que Sara no era su hija biológica, pero mi abuelo enfureció al saber la noticia, pero aun así no pudo solicitar la anulación del matrimonio de papa con Angela. Aun me pregunto que era eso con lo que amenazaban a mi abuelo, que lo hizo sacrificar la felicidad de su único hijo.
Desde ese entonces a vivido con ella y a criado a Sara, pero todo el mundo sabe que no lleva la sangre de los Lee por sus venas.
Mi abuelo me adora, pues soy su única nieta, y al igual que papa siempre esta al pendiente de mi, el pago mi universidad y compro una casa para mi y mi madre, pero ella se niega a aceptar cualquier ayuda de ellos.
Mi madre es muy orgullosa y siempre a querido valerse por si sola, a lo que nos lleva a nuestra situación actual. Y aunque tengo millones en cuentas de ahorro, que me abrió abuelo y papa, ella se niega a utilizar ese dinero, además tampoco quiere utilizar el dinero de las acciones que le corresponden de la empresa.
Yo me pregunto, ¿cuando será el día que deje de ser tan terca y pueda utilizar ese dinero para pagar sus deudas?. Así podría tomar un respiro de estar trabajando tanto y poder disfrutar un poco de lo hermosa que es la vida. Y aunque yo la ayudo con lo que gano en mis trabajos de medio tiempo, se me hace muy triste de que mama trabaje tanto, cuando tiene millones en acciones y aun así no quiera dejar de trabajar como diseñadora de interiores.
Ella siempre dice que alcanzaras tus metas si trabajas duro y con dedicación, así que ella espera poder convertirse en una de las mejores diseñadoras de interiores de la ciudad. Aun es joven y creo que le falta muy poco para cumplir su sueño.
A veces pienso en pagar las deudas en su totalidad para que pueda tomar un respiro, pero luego recuerdo esa vez que intente pagar las facturas con el dinero que me daba papa, y ella se enojo tanto que dejo de hablarme durante dos semanas, ese siempre hecho me dolió bastante, yo lo único que quería era ayudarla, pero ella me dijo que si el dinero venia de los Lee, no lo aceptaría, yo le prometí que no volvería a tocar ese dinero. Así que busque trabajos de medio tiempo y ayudar a bajar un poco las deudas y aunque ya casi terminamos de pagar, ella aun no quiere dejar su terquedad atrás y aceptar las veces que papa pide verla o hablar con ella.
Volviendo al presente...
-Ella esta bien, ya sabes trabajando mucho pero bien- conteste a papa.
-Kanya sabes que pueden usar el dinero que les dejo en el banco. Ahora mismo esas cuentas están abarrotadas de dinero y si las uniéramos todas, seria el triple de lo que tenemos tu abuelo y yo juntos.- expreso con pesar.
-Lose papa, pero ella no quiere utilizarlo. A mi me cuesta mucho que acepte el dinero que me envías para ella. Además siempre tengo que decirle que es lo que gano en mis trabajos para que pueda aceptarlos.
-Me duele ver que no quiera mi ayuda. Se lo terca que puede llegar a ser...
-Bastante terca...-lo mire y pregunte- ¿Porque no hablas con ella y le explicas todo? Quizás ella pueda entender porque no te has separado de Angela.
-Lo he intentado muchas veces, pero me da miedo que me rechace antes de poder explicarle todo.
-No dejes que el miedo te invada papa, se cuanto amas a mi madre, se que pueden resolver sus problemas si lo hablan.
El dio un gran suspiro y su mirada y su mirada estaba llena de tristeza. Lleva 19 años buscando el momento adecuado para hablar con mi madre y aun así sigue teniendo miedo a ser rechazado.
-Bueno papa, dime ¿Que haces aquí?
-Vine a invitarte a una cena con tu abuelo. El quiere hablar con nosotros y eso incluye a tu madre. Así que debes hacer que asista a la cena, es muy importante.
-Bueno, vere que puedo hacer, no te prometo nada-exclame.
-Es un asunto muy importante así que debe asistir y además me gustaría...-me miro y sonrió- .... me gustaría verla.
-Papa, ya te lo he dicho si quieres verla, solo llámala, estoy segura que ella también quiere verte tarde o temprano.-dije viendo como una sonrisa aparecía en su guapo rostro.
-Por cierto, hable con varios de tus profesores, me dijeron que eres la mejor de tu clase. ¿Por que nunca me cuentas estas cosas? Sabes que estamos muy orgullosos de ti.
-¿Qué ahí de Sara? Ella es muy buena también.
Cuando mencione el nombre de Sara, su sonrisa desapareció de inmediato. A pesar de que no es su hija biológica, el la ha criado, pero nunca la ha visto como una hija y el solo hecho de que por su culpa, el y mi madre se separaron le hierve la sangre.
-No menciones su nombre. Ella solo nos trae problemas, tanto en la empresa como en la casa. Su madre la a malcriado mucho. No sabes como me alegra que no lleve nuestra sangre. Sus problemas de ira, nos han traído muchos problemas últimamente.
-Papa, no digas eso, además ella lleva nuestro apellido- dije.
-¿Apellido?-me miro- esa niña no lleva mi apellido-exclamo.
Me sorprendió al escuchar lo que dijo, y me apresure a preguntar por que lo habrá dicho de esa forma.
-Kanya, ¿porque no vamos por un café o quizás ese frappe de Nutella que tanto te gusta ? Te explicare algunas cosas que ya debes saber.
-Primero tengo que entregar este reporte, es muy importante- dije sosteniendo los papeles en la mano.
-Bien, te acompañare entonces. Hace tiempo que no paso tiempo con mi única hija. Así que aprovechare el resto de la tarde para estar contigo.
-¿Que hay de la empresa?¿No tienes trabajo que hacer?
-No te preocupes, mi princesa. El trabajo no es lo mas importante- expreso con una sonrisa en su rostro.
Yo asentí y rodee mi brazo con el de mi padre. Como quería tener a toda la familia reunida.
A lo lejos vi como Sara tenia una mirada llena de ira, al ver que mi padre siempre me trataba con cariño, al fin y al cabo yo siempre me había llevado la atención de la familia, mientras ella anhelaba un poco de cariño. Este simple hecho hacia que ella me odiara cada vez mas, pero eso a mi no me importaba porque yo adoraba a mi familia y haría cualquier cosa por ella.
Cuando llegamos al salón del Sr. Peter, entregue mi reporte, el profesor se dispuso a ojearlo rápidamente.
-Sr. Lee, debo decir que tiene una hija muy dedicada. Es la mejor de nuestra clase, al contrario de su otra hija que rara vez presta atención a lo que se presenta en clase.- dijo con desdén.
Cuando el profesor dijo esas palabras, la expresión de mi padre cambio en un instante y se notaba el enojo en su mirada.
-Gracias, Sr. Peter, mi hija siempre ha sido una niña muy dedicada a los estudios y tanto su madre como yo, estamos muy orgullosos de sus logros, al fin y al cabo ella es mi princesa, y hace honor a nuestro apellido.
Mi padre me miraba con adoración y eso me llenaba de mucha felicidad. A veces me sentía culpable de que Sara no tuviera una pizca de su afecto y me gustaría cambiar un poco las cosas, pero yo no puedo obligar a nadie a tener un cariño que no le nace del corazón.
-Con respecto s Sara Morton...-de inmediato interrumpí a mi padre, pues sabia que iba a decir algo que no era debido.
-No se preocupe profesor, yo misma me encargare de que mi hermana, estudie mas y se ponga al corriente con las clases.
-Eso seria genial Kanya, ella debe mejorar, de lo contrario, perderá el semestre-dijo preocupado.
-Le enseñare a ser un poco mas dedicada...-dije, pero para lograr eso tendría que buscar la forma de llevarme bien con ella.
Mi padre me miro con enojo, pero luego entendió porque lo hice. Cuando salimos del salón nos encontramos con Sara en el corredor. Su mirada estaba llena de ira, y por lo que pude ver no estaba nada contenta con que mi padre estuviera en el recinto. Ella se acerco a nosotros y nos pregunto ¿a donde íbamos?
-Padre, Kanya ¿que te trae a el recinto?
-Vine a ver a mi hija- dijo fríamente mi padre.
-Oh, ya veo- me miro-¿como esta tu madre, Kanya?
-Bien, gracias por preguntar- esboce una sonrisa.
-Cariño, porque no te adelantas, debo decirle algo a Sara- me dijo y pude ver que no estaba nada contento con la actitud de ella hace un momento.
Yo asentí y me adelante a caminar un poco hacia la salida, fue entonces cuando les mire hablar.
-Sara Morton, no tienes ningún derecho al preguntar por Marta.
-No quería molestarle, padre- ella bajo la mirada en señal de respeto.
-Yo vine aquí a hablar con mi hija y a invitarla a la cena de este sábado, y espero que tu ni tu madre hagan una escena, así que ya están advertidas.
-¿Porque ella es mas importante que yo?¿Porque ella recibe los mejores tratos de ti y el abuelo? Yo solo quiero un poco de tu tiempo, un poco de eso que llaman amor de un padre- expreso su enojo con lagrimas en sus ojos.
-Ella es una Lee, lleva nuestra sangre, tiene nuestros rasgos familiares, ella es mi hija, mi única hija, y eso ya debes saberlo, así que aunque yo este casado con tu madre, eso no te da el derecho a que yo me aleje de mi hija- respiro- no me obliga a darte algo que no ha nacido en mi, además es algo que no te haz ganado.-expreso.
-Yo también soy tu hija...
-No!, Tu solo eres la hija de la mujer con la que estoy casado, no eres nada mas.
Cuando oí las palabras, sentí mucha lastima por Sara, ella solo quería el amor de un padre, ella quería un poco de su tiempo, de afecto, ella quería ser una Lee, y esta humillación de mi padre la hizo odiarme mas de lo que ya me odiaba.
Sara volteo a mirarme, cuando mi padre se me acerco. Mi mirada cruzo con la de ella y mire sus lagrimas por sus mejillas.
-Papa, no debiste tratarla así, ella solo quiere ganar un poco de tu afecto, no estaría mal que le hablaras con amabilidad la próxima vez- le suplique a mi papa.
-Talvez la próxima vez-me miro-¿porque eres tan amable con ella? ¿por que la tratas como si fuera tu hermana, a pesar de lo mal que siempre te ha tratado?-pregunto con curiosidad.
-Papa, a pesar de que Sara siempre me ha humillado, es mi hermanastra, ella no tiene culpa de que su madre haiga mentido para casarse contigo y alejarte de mama.
-Siempre mostrando bondad a todos a pesar del daño que te hacen, sin duda saliste a tu madre- me miro con tristeza.
-Pero también salí a ti, no dejarme derrumbar por los obstáculos, ver siempre adelante con la cabeza en alto, además salí guapa a ti-reí entre dientes.
-Tu belleza es por tu madre, no por mi-expreso- Prometo que cuando tenga las pruebas suficientes para divorciarme de ella, volveré a buscar a tu madre y las traeré a casa conmigo para ser la familia que siempre debimos ser.
Papa me abrazo y en sus ojos vi una ligera lagrima que se asomaba. El en verdad amaba a mi madre y si en mi estaba ayudarlo a que estuvieran de vuelta juntos, haría lo que fuera porque así fuera.