Solo entonces Cayden se dio cuenta de que Jordan podía ver.
La mirada de Jordan era como una antorcha ardiente, ya que sus ojos emitían una luz y una furia infinitas. Evidentemente, ¡no estaba ciego! Recordó a Cayden drogándolo y luego haciéndose el inocente y dirigiéndose a él con respeto antes de intentar arrebatarle a Lauren.
Anteriormente, le había dado una oportunidad de vivir, pero hoy ya no la tendría.
¡Bang! ¡Jordan golpeó a Cayden en uno de sus ojos!
—¡Arghhhh! —gritó Cayden de dolor y se cubrió los ojos con ambas manos. Jordan no se había contenido y estaba seguro de que el ojo se le hincharía enseguida—. Cayden Huxley, ¡claro que quieres que me quede ciego! Quieres vengarte de mí y arrebatarme a mi mujer de nuevo. Pero te digo que Lauren no es Hailey. Por no hablar de que no estoy ciego, ¡aunque lo estuviera, nunca serías capaz de arrebatármela!